[
Fan fiction ]
♥X
Slayers in love♥
Cap 2: El nacimiento del
terror
Esa misma noche. Al mismo tiempo que Kenshin sufría por la perdida
de Kaoru, en Kyoto una joven también sufría. Su nombre es Lina y es la única
hija de Shunko, un malvado ex-espadachín. Lina lloraba sin consuelo porque su
futuro esposo la dejó plantada en el día de su boda. Él lo único que quería era
que Shunko se distrajera mirando a su hija para luego matarlo. Pero como Shunko
no quiere a Lina, no asistió a la boda. A consecuencia de esto el muchacho se
fue sin dejar explicaciones; lo único que dejó fue un corazón destrozado.
Lina estaba muy aturdida y lo único que se le
ocurrió hacer fue correr a buscar a su padre. Pero para desgracia de Lina eso
era exactamente lo que quería su padre. Shunko 10 años atrás se enfrentó con
Kenshin; porque Kenshin lo descubrió intentando matar a una mujer para robarle
su dinero. Al Kenshin ver tal escena se enfadó y lo retó a un duelo. El que
ganara podría hacer lo que quisiera con el perdedor y el perdedor jamás volvería
a desenfundar una espada en su vida. Como Shunko estaba muy seguro de que
obtendría la victoria aceptó y como se lo imaginaran Kenshin resultó ser el
ganador. Kenshin reclamó su premio; le rompió el brazo derecho a Shunko y éste
jamás volvería a usar una espada. Pero antes de Kenshin marcharse, Shunko juró
que algún día se vengaría. Ahora Shunko tiene la oportunidad de vengarse de
Kenshin; a través de su hija.
-Lina: Padre, padre ¿dónde estas?
-Shunko: Aquí estoy, hija mía.
-Lina (abrazando a su padre): Padre, tenias razón. Kioky
solo se burló de mí.
-Shunko (con una mirada de odio): No te preocupes. Lo
único que tienes que hacer es vengarte de ese idiota.
-Lina (confundida): ¿Vengarme?
-Shunko: Sí, vengarte.
-Lina: ¿Cómo?
-Shunko: ¡¡Ma-ta-lo!!
-Lina: Ma-ma- ¡matarlo! ¡Estás loco!
-Shunko: ¡¿Cómo me llamaste?!
-Lina: Perdón, padre. Pero no pienso matar a nadie.
-Shunko (abrasándola): Ni si quiera por mí. Tu padre
querido.
-Lina (confundida): ¿Cómo que por ti? ¡¡¡ No me digas que
a ti también te dejó plantado!!!
-Shunko (...): ¡¡¡¡¡¿¿¿¿ Cómo te atreves????!!!!
-Lina: ¡Ay, perdón! Entonces explícame ¿Por qué me tengo
que vengar por ti?
-Shunko: Como eres mi hija, más que nadie, debes saber que
me encantan las espadas.
-Lina: Sïp, y...
-Shunko: Lo que no sabes es el porque. Hace como diez años
yo caminaba tranquilo por el campo. Cuando de repente, escucho a una joven
gritar y corro para auxiliarla. Pero cuando llegué ya era tarde, el llamado
battousai la había matado. Me enfadé mucho así que lo reté a un duelo. Yo iba
ganando; pero el muy maldito me puso la pierna y me caí. En eso el maldito
aprovechó y me rompió el brazo. Desde ese día soy el hombre más infeliz del
mundo.
-Lina (llorando): No te preocupes, padre, yo te vengaré.
Pero primero me tendrás que enseñar a usar la espada.
-Shunko (golpeándola): ¡¡ No llores!! Si lloras, quiere
decir que eres débil y si eres débil, no eres mí hija.
-Lina (con ira en sus ojos): ¡¡¡¡ No te atrevas a ponerme
una mano encima de nuevo o te juro que te mataré!!!!
-Shunko: Así, así. Ódiame, que si me odias a mí que soy tu
padre, me encantaría ver como odiarás a un desconocido.
-Lina (enfadada): Anciano, apúrate. Enséñame lo que sabes
de una vez que tengo unas enormes ganas de matar al maldito que me dejó
plantada.
Shunko estaba feliz porque poco a poca iba
envenenando el corazón de Lina y en el momento más oportuno la enviará a matar y
robar. Sin saberlo, y segada por el odio Lina se estaba convirtiendo en una
maquina asesina.
El terror estaba por nacer.
Ya habían pasado dos semanas y Lina
aprendió muy rápido. Hasta el mismo Shunko estaba sorprendido. La joven era una
experta en todas las técnicas conocidas por todos lo espadachines. Incluso entre
sus favoritas estaban: Sou Ryu Sen y el Amakakeru Ryu No Hirameki. Y lo peor no
era eso, lo peor es que Lina además de ser capas de aplicar todas esas técnicas,
en batalla, las puede modificar y hacerlas más poderosas sin perder tiempo.
El nacimiento del terror está cerca.
Era el día final y Shunko estaba esperando a
Lina. Como entrenamiento, la envió a la montaña para que la escalara con rocas
enormes amarradas a su espalda. Shunko estaba impaciente. Y comienza a hablar
solo.
-Shunko: Espero que la tonta no esté muerta; porque si lo
está todo este trabajo habría sido en vano.
-Lina (Detrás de él): Pero mira lo que la vejez es capaz
de hacer con los ancianos. Ahora hablan solos.
-Shunko (nervioso): Li-Li-Lina ¿qué fue lo que oíste?
-Lina: No te lo diré.
-Shunko: ¿Por qué te tardaste tanto?
-Lina: La montaña la escalé rápido; pero cuando llegué a
la cima...
-Shunko: Pero cuando llegaste a la cima... ¿qué?
-Lina: Pues. Que vi a unos jóvenes con espadas y los reté
y como se rieron de mí, los tuve que matar.
-Shunko: Pero... ¿Cómo pudiste? Yo no te di la orden de
que los mataras.
-Lina: Claro que no. El echo de que seas mí padre no
quiere decir que seas mí dueño.
-Shunko: Olvídalo; pero no lo vuelvas a hacer.
-Lina: ¿Quién dice?
-Shunko: Yo lo digo. Tu padre, el que te ha enseñado
todo lo que sabes.
-Lina: ¡Ay, por favor! tú solo me enseñaste lo básico y
con eso no viviría ni un día. Lo demás lo aprendí de mi maestro, un hombre
solitario que vive en las montañas. El es un verdadero maestro, no como tú, que
no sabes nada.
-Shunko: ¡¡¡ Lina!!!
-Lina: Mira anciano, ahora mi nombre no es Lina. Ahora mi
nombre es Luna...
-Shunko (sorprendido): ¿Luna?
-Luna: Sí, Luna. Dama solitaria de la noche que durante el
día se esconde detrás de otra identidad, bella y misteriosa y para muchos
peligrosa.
-Shunko: Déjate de tonterías. Necesito que me hagas un
favor.
-Luna: ¿Y qué clase de favor?
-Shunko: Quiero que robes en la mansión de la montaña.
-Luna: Pues no lo haré.
-Shunko: ¿Estas desobedeciéndome?
-Luna: "Baka"
-Shunko: ¡¿Qué?! Estas buscando que te mate niña
malcriada. Yo no soy ningún idiota.
-Luna: Atrévete y te tendré que matar aunque seas mí
padre. Y repito; no robaré porque tengo orgullo y dignidad. Prefiero morirme de
hambre antes de robar.
Entonces Shunko se enfada y desenfunda su espada
con la mano izquierda y le da una cortadura de izquierda a derecha en la mejilla
derecha a Luna. Luna se enfada y desenfunda la suya también; pero no ataca.
-Shunko: Ha, lo sabia. No tienes las agallas.
-Luna (con una mano cubriendo la herida): Eres un maldito.
¿Cómo pudiste cortarme el rostro? ¿Sabias que una herida de esa deja cicatriz?
-Shunko: Ya mi nueva hija ha nacido; el terror de los
espadachines.
-Luna: ¿De qué hablas?
-Shunko: Pues que ya estas lista para llevar a cabo tu
venganza.
-Luna: Si, pero solo me vengaré del maldito que me dejó
plantada, no de los espadachines.
-Shunko: Pero tu me prometiste que...
-Luna: Si, si, si, si, si y las promesas se hacen para
romperse.
Entonces Shunko vuelve a enfadarse y le da otra
cortada en el rostro de Luna y el resultado fue una cortadura en forma de X.
Luna se enfada y le da un tremendo puño en el estomago a su padre. Shunko cae
al suelo y Luna se para encina de él y coloca su espada en su cuello.
-Luna: Ahora, querido padre, tendrás que morir.
-Shunko: No. No me mates. Si matas a todos los
espadachines y al “battousai”, te diré la cura para que desaparezca la cicatriz
que se formará en unos días.
-Luna: De acuerdo, no te mataré pero tendrás que
prometerme que cuando los mate a todos me la dirás.
-Shunko: Te lo prometo.
Luna levanta su espada y con ira le da una
cortadura a su padre en el ojo izquierdo que casi lo deja siego.
-Shunko: ¿Cómo pudiste?
-Luna: ¡Ha, ha, ha, ha, ha! Esto es para que me
recuerdes, papi, ¡Ha, ha, ha!
Gracias a las intrigas de Shunko, su hija Lina
se convirtió en Luna, el terror de los espadachines.
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