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Fan fiction ]
La Saga de Osaka
Capitulo 11: Una noche Tormentosa; el
Mortal Combate en Kobe y Osaka Parte I
Denki alzó su arma y le
dio varias vueltas sobre su cabeza, haciendo que la esfera de metal destruyera
los árboles a su alrededor. Como ultimo paso, arrojó con gran fuerza la cadena
que voló directo hacía Aoshi, Misao y Yahiko. Aoshi esquivó el ataque de un
salto, mientras que Misao tomó a Yahiko que estaba herido del brazo,
haciéndose a un lado y saliendo del alcance de la cadena de Denki.
Akai desvaino su espada,
y rápidamente se elevó en el aire hacía Aoshi, que aún seguía suspendido por
el salto con el que esquivo la esfera de metal. Al ver que estaba dispuesto a
atacarlo, Aoshi desvaino rápidamente sus dos espadas, colocándolas cruzadas
frente a él y cubriendo el ataque del Ninja.
Akai: Se ve que
aún es un hábil Ninja señor Aoshi.
Aoshi descendió,
parándose sobre la Esfera de Metal de Denki, que parece estar clavada en el
suelo. Justo cuando nota en que esta parado, el Ninja gigante jala con todas
sus fuerzas su arma con la intención de tumbar a Aoshi, sin embargo, él da una
marometa para atrás, cayendo de pie en el piso.
Aoshi (Viendo a Denki):
¿Quién rayos es ese sujeto?, jamás lo vi entre el Oniwabanshu.
Akai: Eso es
porque él no era miembro del Oniwabanshu cuando peleabas en Edo.
Aoshi: ¿Qué?
En el Puerto de Kobe, los
hombres de Hijikata están reunidos a bordo de los buques y en el puerto con el
propio Hijikata. En la borda de uno de los barcos, vemos parado al líder
Shinsen acompañado por Hayai, que sigue teniendo en sus manos atrapada a Kaoru.
Hijikata: Será muy
afortunada señorita Kamiya, talvez no vivió lo finales de la Era Tokugawa,
pero tendrá el privilegio de ver el comienzo de una nueva Era desde los
primeros pasos.
Kaoru no contestaba ante
los comentarios de Hijikata, solo estaba ahí parada viendo al suelo muy
pensativa. No sacaba de su mente la idea de que talvez Kenshin estaría muerto
en estos momentos. En eso, un hombre vestido de samurai sube rápidamente a la
cubierta y corre hacía Hijikata.
Samurai: Señor
Daimyo, señor Daimyo.
Hijikata: ¿qué
pasa?
Samurai: Tres
hombres se acercan al muelle y están peleando contra nuestros hombres.
Hayai: ¿tres
hombres?
Kaoru (Sonriendo):
¡¡Kenshin!!
En las cercanías del
puerto, Kenshin, Sanosuke y Saito, combatían a los hombres de Hijikata que
estaban armados con espadas, abriéndose paso hacía los buques.
Sanosuke (Mientras
peleaba contra unos hombres): Kenshin, ¿estas seguro de que estas bien de
tus heridas?
Kenshin (Golpeando a
los Samuráis con su espada enfundada): No te preocupes Sano, estaré bien.
Mientras en el Puerto de
Kobe comenzaba a librarse el combate, el Osaka, Makaiju se encontraba en la
ciudad, vestido con un traje de Shinsengumi y al frente de un gran número de
hombres vestido con el mismo traje que él. Makaiju miraba hacía el muelle
esperando ver el fuego que los Oniwabanshu provocarían, pero al no ver nada,
decide seguir adelante.
Los Caminos de Osaka se
encuentran llenos de policías, por lo que vemos a varios miembros del Grupo de
Hijikata, combatiendo con sus espadas a los sables de los Policías. Makaiju
acompañado por un grupo de cinco hombres, se abren paso entre los policías
hacía la Jefatura de Policía. Justo cuando estaban cerca de ella, de entre las
sombras surge lo que parece la cuchilla de una espada, que se mueve como un
látigo y se dirige justo hacía el líder del Grupo.
Makaiju esquiva el ataque
de la extraña cuchilla de un Salto, y se queda cerca de donde cayó.
Rápidamente desvía su vista hacía el lugar de donde vino ese ataque y vio la
figura de Chou salir de la nada y ponerse frente a él.
Makaiju: ¿Quién
rayos eres tú?, no eres un policía cualquiera.
Chou (Sonriendo):
Tú debes de ser un de los hombres de Daimyo, déjenme decirles que ustedes son
unos tontos y muy poco originales.
Makaiju (Sin
Comprender): ¿Qué cosa?
Chou: Para su
información este plan de atacar la ciudad y bombardear otra desde el Mar ya lo
hicimos, ese plan era del Señor Shishio y de Nosotros, (Enojado)
¡¡ustedes son unos copiones!!, lo único que hicieron fue hacerle algunas
modificaciones.
Makaiju: A, ya
comprendo, eres parte del Jupongatana, en ese caso yo seré tu oponente, veamos
que tan bueno eres para ser miembro del Jupongatana.
Enojado, Chou jaló su
arma y está comenzó a dar vueltas como un listón alrededor de Makaiju.
No muy lejos de Ahí, en
el bosque que rodea al Castillo de Osaka, el grupo de Aoshi combatía a los dos
guardianes que le impedían el paso. Misao sacó cuatro de sus cuchillas, y las
arrojó con fuerza contra el gigante Ninja de la esfera de Metal. Las cuatro se
clavaron en su pecho, pero Denki pareció no sentirlas.
Misao (Sorprendida):
¡¡No puede ser Cierto!!, no le hice nada.
Yahiko (Con su mano en
la herida de su brazo): Sus músculos son tan grandes y fuertes que las
cuchillas de Misao lo logran lastimarlo.
Aoshi: Dijiste que
él no era parte del Oniwabanshu, ¿quién es entonces?
Akai (Sonriendo):
Él era parte del Grupo Ninja Yaminobu.
Aoshi (Sorprendido):
¡¿Yaminobu?!
Akai: Así es, su
nombre era Sumita, era un miembro del Grupo Ninja Yaminobu que controla las
Artes de la Oscuridad, o eso dicen ellos. Era un fuerte Ninja hasta que en un
combate contra Battousai, esté le lastimo las piernas; en un intento por matar
al Destajador, Sumita explotó una bomba que le estalló justo bajo él.
Milagrosamente vivió, pero todo su cuerpo se llenó de quemaduras. Vivió con la
intención de vengarse de Battousai; anoche trató de pelear contra él pero se
ve que era demasiado fuerte para él.
Aoshi: Entonces es
otro que odia a Battousai y lo manipulan.
Akai: Es algo que
usted entendería si siguiera con nosotros.
Misao seguía tratando de
golpear a Denki con sus patadas y golpes, pero el Ninja parecía no sentir para
nada sus ataques y la joven se comenzaba a desesperar. El Gigante tomó con
fuerza su arma y le comenzó a dar vueltas sobre su cabeza rápidamente, para
luego arrojarla con fuerza contra Yahiko, que se encontraba detrás de Misao.
Debido a la herida de su
brazo que parecía estar empeorando, Yahiko se movía lentamente y parecía que
el ataque de Denki lo alcanzaría. Entonces, justo antes de que la Esfera de
Metal lo golpeará, Aoshi se colocó frente a él, y cruzando sus espadas frente
a él, con mucha fuerza, logró detener el ataque, y aplicando aún más fuerza,
la empujo hacía atrás haciendo que cayera a pocos centímetros de él.
Akai (Sorprendido):
¡Logró regresar el ataque de Denki con sus espadas!
Aoshi: Misao, cura
la herida de Yahiko, yo me encargaré de este sujeto.
Misao: Sí Señor
Aoshi.
Denki, cuyo verdadero
nombre era Sumita, jaló una ves más la cadena, tomando con su mano la esfera
de Metal. Un ves más la arrojó con fuerza, pero esta vez hacía arriba,
haciendo que la esfera se colocará sobre Aoshi para luego bajar con fuerza
directo a su cabeza.
Aoshi saltó hacía su
derecha para esquivar el ataque, pero justo cuando sus pies tocaron el piso,
vio la gran figura del Ninja moverse rápidamente hacía él. Aoshi volteo a
verlo justo al tiempo en que éste lo golpeaba con fuerza con su puño
izquierdo, mandándolo a volar y haciendo que se estrellará con un árbol.
Misao: ¡¡Señor
Aoshi!!
Akai (Sonriendo):
Ni siquiera el Gran Señor Aoshi es capaz de contrarrestar las Artes de la
Oscuridad.
Aoshi: Te
equivocas.
Aoshi se apoyó en sus
armas y se logró poner de pie después de recibir ese fuerte golpe por parte de
su adversario. Tomó sus dos espadas con fuerza y miró fijamente con una mirada
fría que sorprendió demasiado a Misao.
Misao (Pensando):
Señor Aoshi, esa mirada fría fue con la que usted casi mata a Okina, ¿acaso ha
vuelto usted a ser un Asesino?
Aoshi (Con expresión
seria): Si Battousai logró derrotar a este hombre yo también podré.
Aoshi tomó con fuerza sus
espadas y se agachó un poco como preparándose para atacar. Todos se pusieron
en absoluto silenció, esperando a que Aoshi diera el primer paso. De repente,
Aoshi se acercó corriendo hacía donde estaba Denki con sus espadas en alto; el
Ninja gigante tomó su arma y la arrojó con fuerza contra Aoshi.
Aoshi (Poniendo sus
espadas en Posición): ¡¡Estilo Nitou Kodachi Ryu... On-Myo
Hatsushi!!
Aoshi arrojó una de sus
espadas en línea recta hacía Denki y la otra justo detrás de primera. La
primera espada iba rápidamente contra el Ninja, pero la Esfera de Metal
también iba directo hacía la Espada de tal forma de que ambas armas chocarían.
Para sorpresa de todos los que estaba ahí, Justo cuando la punta de la Primera
Kodachi tocó la esfera de Metal, está voló en pedazos frente a los ojos de
todos.
De repente, de entre el
polvo dejado por la explosión de la Esfera, surge la segunda Kodachi que
siguió con su camino, encajándose directo en hombro izquierdo de Denki y
prácticamente atravesándolo.
Denki acercó su mano
derecha a la espada encajada en el hombro sacándola de un tirón y tirándola al
suelo. La Herida de la espada comenzaba a sangrar, así como las heridas de
daga que le hizo Misao.
Akai (Sorprendido):
Increíble, ¿cómo fue posible que una simple espada destruyera la gran
Esfera de Metal de Sumita?
Aoshi: No importa
que tanta resistencia tengas, una herida así te hará mucho daño si no te la
tratas, así que déjanos pasar al Castillo.
De entre los escombros de
lo que quedó de la Gran Esfera de Metal después del ataque, Aoshi sacó su
Kodachi, que tenía la hoja algo dañada y rota. Luego se acercó a donde estaba
Denki y tomó su otra espada cubierta de sangre del Ninja.
Akai (Enojado):
¿Qué te dejemos pasar al Castillo?, (Sonriendo) No seas tonto, pero si
el Castillo esta vacío en estos momentos.
Misao: ¿Qué cosa?
Akai: En estos
momentos todo el Oniwabanshu esta en el Puerto de Osaka prendiéndole fuego.
Denki y yo fuimos los únicos que nos quedamos aquí.
Al escuchar esto, Aoshi
se dio cuenta de que habían estado perdiendo el tiempo y que en ese momento
debería estar en el Puerto deteniendo a Hien en lugar de estar ahí. Aoshi
corrió rápidamente por la dirección contraria a la que iban.
Akai: ¿a dónde
crees que vas?
Akai tomó su espada,
listo para atacar a Aoshi y detenerlo antes de que se fuera; pero antes de que
pudiera tocarlo, cinco dagas se clavaron en el suelo justo frente a sus pies.
Volteo hacía enfrente y vio a Misao y a Yahiko interponiéndose en su camino.
Yahiko: Tendrás
que pasar sobre nosotros.
Akai: Pues me
parece bien...
En Kobe, los barcos ya
estaban listo, pero parecía que sólo uno se quedaría en el puerto; el barco en
el que estaba Hijikata y Hayai, se movía lentamente alejándose del puerto. En
la borda, Hijikata veía a lo lejos como Kenshin, Sano y Saito peleaban contra
sus hombres en el puerto.
Sanosuke volteo a ver lo
barcos, y vio que el barco en el que iba Hijikata, se alejaba del lugar poco a
poco.
Sanosuke: Kenshin,
los barcos están comenzando a moverse.
Al tiempo en que todos
voltearon a ver el barco que se alejaba, el segundo buque comenzó a disparar
contra el puerto. Kenshin y los otros se hicieron a un lado para esquivar las
balas de cañón. Mientras Kenshin esquivaba los disparos del barco, se acercaba
rápidamente al barco de Hijikata.
Sanosuke: Kenshin,
¿a dónde vas?
Kenshin (Corriendo):
¡¡Kaoru esta en ese barco, ustedes encárguense del otro!!
Kenshin se alejó del
lugar en el que estaban Sano y Saito, que seguía abriéndose paso entre los
hombres de Hijikata. Saito desvió su atención por unos momentos, y volteo a
ver hacía la ciudad con cara de sorprendido.
Saito: Algo esta
mal.
Sanosuke: ¿Qué es
lo que ocurre?
Saito: No veo
señales de pelea en la ciudad como supusimos que se haría... entonces...
Kenshin corrió detrás del
Barco de Hijikata, hasta alcanzarlo. Dio un largo y alto saltó hacía la
cubierta con intención de abordar. Cuando se encontraba en el aire, vio a
Hijikata, a Hayai y a Kaoru. Hayai volteo para un lado y al ver a Kenshin,
empujó a Kaoru tirandola al piso; extendió su mano hacía el destajador,
haciendo de debajo de su manga surgiera la cadena con la cuchilla, que se
amarró al cuerpo de Kenshin.
Una vez que tenía
aprisionado al Destajador, Corrió hacía la orilla de la borda, y movió la
cadena de tal forma que Kenshin cayera al agua.
Kaoru (Levantándose):
¡¡Kenshin!!
Hijikata:
Battousai Himura, me sorprende que después de haber recibido mis Dobles
Gatotsu puedas ponerte de pie. No permitiré que seas un obstáculo más en el
camino del Shinsengumi, Hayai acaba con él.
Hayai: Si señor...
Hayai jaló con fuerza la
cadena, sacando a Kenshin del agua y elevándolo en el aire. Justo cuando el
Destajador estaba suspendido sobre la cabeza de la mujer, está sacó un
cuchillo largo que guardaba en su otra manga, y de un salto se abalanzó contra
Kenshin.
A duras penas, el
pelirrojo logró tomar su espada – que se encontraba enfundada – con su mano
izquierda y la puso frente a él para cubrir el golpe de Hayai. Una ves que su
funda y el cuchillo chocaran, uso esto para empujarse e impulsarse hacía la
borda, cayendo de pie. Hayai se impulso con su propio cuerpo, cayendo justo en
la orilla de la borde, jalando con fuerza la cadena, y apretando a Kenshin
fuertemente.
Kenshin tomó su espada –
aún enfundada – por el mango, y se dio media vuelta moviendo su espada en
forma circular de derecha a izquierda, provocando que la espada de
desenfundará y la funda saliera volando directo hacía la mujer. Hayai se
cubrió con su brazos, pero al hacerlo, soltó un poco la cadena, haciendo que
Kenshin se liberará para luego abalanzarse contra ella con su arma delante de
él.
Kenshin (Mientras se
acercaba a Hayai): ¡¡¡Tú le hiciste daño a Kaoru, eso jamás te le
perdonaré!!!... ¡¡¡Estilo Hiten Mitsurugi... Dragón del la Nueva Cabezas...
Kuzu Ryu Sen!!!
Kenshin se abalanzó
contra Hayai con la intención de atacarla con sus nueve golpes. El mujer
esquivó el ataque saltando muy alto, haciendo que el ataque de Kenshin chocará
contra la orilla de la borda, haciéndola pedazos.
Kaoru: ¿Te
encuentras bien Kenshin?
Hayai (Bajando hacía
el suelo de la Borda): No puedo creer que a pesar de tener el cuerpo
cubierto de heridas haga esos movimientos...
Cuando el polvo levantado
por el ataque de Kenshin se disipó, la figura del Destajador surgió con una
expresión fría pero no tanto como para ser la de Battousai.
Mientras tanto, en el
puerto de Osaka, los Oniwabanshu, guiados por Hien, se movían por él
rápidamente. Todo estaba casi totalmente oscuro, pues la luna se oculta detrás
de unas densas y oscuras nubes. Los ninjas se mueven, con aceites y antorchas
en su manos para prender el fuego, cuando de repente la luna ilumina el lugar,
mostrando la figura de Aoshi, con su largo abrigo y sus dos espadas en la
mano.
Ninja 1: Pero si
es...
Ninja 2: ¡¡Miren,
es el Señor Aoshi!!
Todos los Ninjas posaron
su vista en el Ninja de las Espadas Gemelas. Con pasos silencioso pero
rápidos, dignos de un Ninja, todos se acercaron, y se hicieron bolas frente a
Aoshi mientras se susurraban cosas unos a los otros. Hien, al ver que los
Ninjas se juntaban en una sola parte, se acercó rápidamente para ver que
estaba pasando.
Hien: ¿Qué es lo
que pasa?
Ninja: Señorita
Hien, es el Señor Aoshi.
Hien (en Shock):
¡¡¡A..A..Aoshi!!!
La Ninja se hizo camino
entre sus hombres, y se colocó frente ellos mirando fijamente al personaje
frente a ella. Sus ojos se abrieron bien grande y sus pupilas se dilataron
casi por completo. Su boca estaba entreabierta por la sorpresa como tratando
de decir algo. Aoshi se veía más tranquilo, pues para él no era sorpresa verla
pues ya esperaba encontrársela; sin embargo, se notaba un cierto resplandor de
asombro o casi alegría al verla.
Aoshi: Hien...
mírate nada más, ya te has convertido en toda una mujer... ¿Cuándo tiempo a
pasado?
Hien (Recuperando la
compostura): Años, Diez años para ser exacta... ¿qué ya lo olvidaste?
Aoshi: ¿Qué rayos
es lo que estas haciendo Hien?
Hien (Sobresaltada):
¡¡Estoy peleando por lo que creo es lo correcto y lo que tengo que hacer,
tú lo sabrías si no estarías tan ciego con nueva vida cómoda, tanto que
pusiste a una niña al mando de tu Grupo!!
Aoshi: Hien, no
sabes de lo que estas hablando...
Hien: ¡¡Tú mucho
menos Aoshi!!.. ¡¡Si te pones en el camino de la Nueva Restauración, Te juró
que no tendré que aniquilarte!!
Hien alcanzó con su mano
izquierda la cuerda delgada con la cuchilla que tenía amarrada al cinturón y
con fuerza la arrojo contra Aoshi, quien levanto su brazo derecho con la
intención de cubrir el ataque con su espada. Entonces, la Cuerda cambió de
rumbo, de tal forma que se amarró con fuerza en el brazo de Aoshi.
Una ves que Hien tuvo
agarrado el brazo derecho del Ninja, lo jaló con fuerza apretándolo de tal
forma que casi lo hacía sangrar. La Ninja extendió su otra mano, sacando
cuatro cuchillas entre sus dedos como lo hace Misao. Moviendo la mano hacía el
frente, arrojó con fuerza sus cuatro armas directo a Aoshi. Para defenderse,
el antiguo líder Oniwabanshu tomó la espada de la mano izquierda que le
quedaba libre – la espada con la que destruyó la arma de Denki por lo que
estaba algo dañada – y la puso frente a él cubriendo los ataques de la Ninja y
al mismo tiempo, cortando la cuerda y liberándose.
Hien: ¿Acaso crees
que podrás pelear con una espada en ese estado?
Hien extendió su mano
derecha hacía su respectivo lado. Uno de los Ninjas se aproximo rápidamente a
la Ninja, entregándole una espada enfundada; pero no era una espada común, era
más pequeña, era una Kodachi. Hien la tomó y con la mano derecha y con la otra
la desenfundo, apuntando con ella a Aoshi.
Hien (Sonriendo):
Supongo que no has olvidad que soy zurda... ¿verdad?
Aoshi: Si así lo
quieres Hien, que así sea.
Aoshi tiró la Kodachi con
la hoja rota al suelo y tomó firmemente la otra. Ambos líderes Ninjas se
miraron fijamente como esperando a que el otro diera el primer paso...
No muy lejos de ahí, Chou
seguía combatiendo arduamente contra Makaiju. Chou alzó su arma que parece
látigo, la extendió hacía Makaiju de tal forma que la se encajará en su
cuerpo. Makaiju con un movimiento rápido de izquierda a Derecha, desvió el
ataque, haciendo que chocará contra una casa cercana.
Chou (respirando
agitadamente): Imposible...
Chou tenía varios golpes
en el rostro y brazos, así como cortadas de espada; mientras Makaiju no tenía
ninguna señal de haber recibido alguna herida o golpe.
Makaiju (Sonriendo):
¿Como es que un patético ser como tú fue parte del Jupongatana?
Chou: Cállate...
¿de donde sacas tanta fuerza?, no recuerdo haber escuchado de un destajador
como tú.
Makaiju: Yo no
buscó fama ni gloria, ni que mí nombre figuré en la historia... yo solo buscó
justicia y venganza...
Diciendo estas palabras,
Makaiju tomó su espada desde la punta del mango con la mano izquierda,
colocándola en forma horizontal en la posición para el Gatotsu común. Chou
reconoció la posición y se estremeció al verla.
¿¿¿: es la
posición básica para el Gatotsu, la técnica número del Shinsengumi.
Una voz algo burlona se
escucho detrás de Chou; él y Makaiju posaron sus ojos para ver el origen de la
voz. De entre las sombras, surgió la figura de un joven, de cabellos castaños
corto, piel blanca y una gran sonrisa en el rostro. Llevaba puesto un traje
con la parte de arriba parecida a un Ge – Como el que usa Kenshin – de un
color azul fuerte con rayas blancas, y una pantalones sueltos del mismo color
– como los de Saito pero azules – llevaba además una cinta blanca en la
cintura, donde llevaba consigo una espada japonesa enfundada.
Al ver al joven los ojos
de Chou se abrieron más y sus pupilas se dilataron por la emoción. Su
expresión era de sorpresa, pero además tenía una expresión de felicidad.
Makaiju lo vio muy extrañado preguntándose quien era él sin perder la
compostura del Gatotsu.
Makaiju: ¿Quién es
él?
Chou (Sorprendido):
¡So.. Soujiro!
Makaiju (exaltado):
¡¿Qué?!, ¿te refieres a Soujiro Seta?, ¿La... Mano derecha de Makoto
Shishio?...
Soujiro sólo sonrió
alegremente como era su costumbre sin responder. Después de unos segundos miró
fijamente a los que estaban frente a él y volvió a sonreír.
Soujiro (Sonriendo):
Alguien me dijo que Osaka se pondría divertido esta noche (Sacando su
espada) ¿Necesitas ayuda amigo Chou?, como los viejos tiempos...
Makaiju: No te
hagas el gracioso... ya verás..
Usando el Gatotsu,
Makaiju se impulsó con fuerza contra el joven espadachín con su espada
apuntándolo de frente.
El Kobe, el Barco que se
quedó estacionado en el puerto, seguía disparándole a Sano y Saito que estaban
en el puerto, pero todo era inútil. Los dos peleadores se abrieron paso
rápidamente; De un largo salto, Saito cayó justo en la borda, comenzando a
matar al filo de su espada a todos los que ahí se encontraban.
Mientras tanto, en el
barco donde estaban Kenshin y Kaoru, se veía una escena muy singular. Hayai y
Kenshin estaban frente al otro; Hijikata estaba detrás de Hayai hacía su
derecha, mientras Kaoru estaba a la izquierda del líder Shinsen un poco más
atrás.
Kenshin (Con mirada
seria): Parece que Saito ya capturó el otro barco. Hijikata, será mejor
que te rindas de una buena ves.
Hijikata: ¿Qué me
rinda?
Kenshin: ¿Acaso
piensas que este solo barco podrá hacer algo contra la Armada Naval Meiji. Se
coherente y ríndete. Este país no necesita ser bañado con la sangre de más
personas.
Hijikata: Battousai, Battousai… ¿acaso
crees haber adivinado todo mi plan?, un buen destajador debe aprender a no
dejarse llevar por las primeras apariencias.
Kenshin (Sorprendido):
¡¿Cómo?!
En el Puerto, Sanosuke
seguía pelando con los hombres de Hijikata a mano limpia hasta que dejó a todo
y cada uno de ellos desmayados en el suelo.
Sanosuke (Satisfecho):
Bien, por fin acabamos aquí, hemos tenido éxito...
Justo cuando Sano terminó
de decir su frase de triunfó, a lo lejos en la ciudad, se vio un extraño
resplandor de luz como varias luces brillantes que salían de una lámpara.
Entonces, se escucho un gran estruendo, como de una gran explosión.
Kenshin, Sanosuke, Saito
y Kaoru, desviaron la vista hacía el lugar de donde provenía el estruendo. De
entre polvo humo y llamas, vieron surgir una gran figura negra, que flotaba en
el aire y se movía lentamente hacía el puerto. Cuando salió de la cortina de
humo hecha por la explosión, se vio más clara su forma: era como una máquina,
casi como la forma de un barco; encima de él tenía dos grandes figuras
ovaladas, como globos, y se veía revestido de metal y cañones. Era lo que
parecía un “Dirigible”.
Todos los presentes en el
puerto, Kenshin, Saito, Sanosuke y Kaoru, vieron estupefactos y sorprendidos
la gran figura voladora que se posaba sobre ellos. Jamás habían visto algo
así. El Dirigible, dentro de lo que parecía la cabina de controles, se
encontraba Serizawa, otro de los hombres de Hijikata, ahora vestido con una
camiseta azul, y unos pantalones rojos, casi como un pirata, y además con un
abrigo negro largo.
Serizawa (Sonriendo con
malicia): ¡¡Admira el futuro de las Guerras Battousai... ¿Acaso crees
poder hacer algo contra esta poderosa maquina de combate!!... Jajaja...