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Fan fiction ]
La Saga de Osaka
Capitulo 18:
Hayai, la Guerrera de la Muerte
Serizawa volteo a ver a
Hijikata que aún se encontraba en la misma posición en la que había quedado
después del golpe. Su pie izquierdo estaba al frente con la pierna flexionada,
la derecha esta extendida hacía atrás; la espada de la mano izquierda estaba
extendida en línea recta al frente; el brazo derecho estaba extendido hacía
atrás junto con la espada. Hijikata miraba al frente por donde había mandado a
volar a Seijuro.
Hayai
(Sorprendida): ¡Señor Daimyo, su espada...!
Hijikata:
¿Qué?
Hijikata se enderezó y
recupero la compostura. Vio la espada de la mano izquierda, la que estaba
intacta, con excepción de algunas manchas de sangre que quedaron de la herida
que le hizo a Seijuro. Lentamente movió la vista hacía su otra espada, y sus
ojos se llenaron de sorpresa al verla: la parte con filo de su arma estaba
totalmente fragmentada como un vidrio al que le pegaron. De repente, la espada
se rompe en dos y la mitad de la hoja cayó al suelo encajándose en la madera.
Hijikata:
Pero, ¿cómo?
*****
Hijikata recordó lo que
había pasado en los últimos momentos de la pela. Seijuro y Hijikata se
abalanzaron contra el contrario, listo para ejecutar su técnica. Todos sucedió
tan rápido que solo ellos dos saben lo que paso. Seijuro colocó rápidamente su
pie izquierdo al frente y desenfundo su espada rápidamente hacía su enemigo;
Hijikata movió rápidamente su espada de modo circular de izquierda a la
derecha chocando su espada con la de Seijuro y deteniendo el golpe. Mientras
con la espada de su mano derecha detenía el ataque de Seijuro, su otra espada
estaba libre para dar el ataque decisivo del Gatotsu, abalanzándola contra
Seijuro y encajándosela justo en su costado derecha, impulsándolo hacía al
frente y así, sacándolo a volar...
*****
No lo podía creer; de
seguro el ataque del Amakakeru había hecho pedazos su arma, ¿tan fuerte habrá
sido? De repente, siente un ligero dolor en la parte derecha de su pecho, como
si le hubiera dado un golpe; parecía que antes de que Seijuro saliera volando,
su espada lo había podido alcanzar en esa parte.
Hijikata
(Pensando): ¡Qué velocidad!, no había visto algo
parecido. Pero, aún así logré escapar de su famosa técnica.
Serizawa:
Señora Daimyo, Battousai esta aquí y esta por entrar al Castillo.
Hijikata:
Que entre, no le tengo miedo. Si puede derrotar a su maestro, no me costará
trabajo derrotar a Battousai otra vez. Sin embargo...
Hayai:
¿Pasa algo?
Hijikata:
En estos momentos tengo algunas heridas y mi espada se encuentra rota. Hayai,
¿me podrías hacer un favor?
Hayai:
¿Qué ocurre Señor Daimyo?
Hijikata:
Ve y entretiene a Battousai y a sus amigos. Si te es posible, elimínalos.
Hayai:
Yo no le fallaré señor, los cabaré.
De vuelta en el campo de
batalla, el Maestro de Kenshin parecía estar inconsciente. Aoshi lo recostó en
el suelo y luego se puso de pie. Los Hombres de Hijikata y los Soldados Meiji
habían pausado su pelea en el momento en que Kenshin y sus amigos habían
llegado, pero los dos mandos aún se miraban entre sí con expresiones de enojo;
parecía en cualquier momento la pelea comenzaría otra vez.
Sanosuke:
Demonios, esto aún no acaba.
Aoshi:
Los hombres de Hijikata le son leal a esté y no retrocederán, y ellos son
soldados, fueron entrenados para pelear hasta morir.
Sanosuke:
¿Qué acaso no habrá alguien que pueda detener esté combate?
En eso, se escucha el
sonido cercano de unos caballos que se acercan por el bosque. De repente,
marchando por una vereda, aparece el General Yamagata montado en su caballo,
seguido por detrás por sus soldados y además por Kaoru y los demás.
Kenshin:
¡General Yamagata!
Sanosuke
(Gritándole a Kaoru y a los otros): Oigan ustedes,
¿qué hacen aquí?
Megumi:
¿Pensabas que nos quedaríamos con los brazos cruzados?
Kenshin:
Señorita Megumi, le pido de favor que revise a mi maestro.
Megumi volteo y vio al
Maestro del Estilo Hiten, Hiko Seijuro, tirado en el suelo con su herida
desangrando, y aún inconsciente. Megumi camino hacía a él para revisarlo como
se lo había pedido Kenshin.
Megumi:
Con que esté es Hiko Seijuro. Vaya, si que es grande.
Kaoru:
Kenshin, ¿te encuentras bien?
Kenshin:
No te preocupes por mí. (Volteando hacía el castillo) Esto aún no
acaba.
Kenshin se giró hacía el
General Yamagata y camino hacía el decidido a una ves más pedirle un favor,
por tantos que el gobierno le ha pedido a él.
Kenshin:
General Yamagata, le pido de favor que detenga el combate.
Yamagata:
Pero, ¿cómo me puedes pedir eso Himura?
Kenshin:
Sé que si puede hablar con Daimyo Akai puedo hacerlo cambiar y hacer que se
rindan.
El General Yamagata se le
quedó mirando por unos segundos. Después le dijo que haría lo que pudiera.
Acto después, Kenshin, Sanosuke y Aoshi, se aproximaron caminando hacía la
puerta del castillo.
Kaoru:
Esperen...
Misao (Colocando
su mano en el hombro de Kaoru): cálmate Kaoru.
Yahiko:
Sí, hay que confiar en ellos.
Cuando los tres se
aproximaban a la entrada, Makaiju se colocó frente a ellos con su espada lista
para atacarlos.
Makaiju:
Ni crean que los dejaré entrar.
Sanosuke:
Me parece bien, si no nos quieres dejar pasar te obligaremos.
Hien:
Esperé señor Makaiju.
Todos voltearon a ver a
Hien que se acercaba lentamente hacía donde estaba Makaiju, quien la miraba
con una cara de extrañado.
Aoshi: Hien...
Hien: Por favor señor Makaiju,
déjelos pasar.
Makaiju: ¿qué?, ¿qué estas diciendo?
Hien: El Ejercito a dejado de pelear,
nosotros también debemos hacer lo mismo. En ocasiones unas pocas personas
pueden ganar una guerra más rápido que todo un ejercito.
Makaiju: ¿Tienes confianza en que el
Señor Daimyo derroté a Battousai?
Hien: ... sí...
Hien bajo la mirada un poco. Makaiju se le quedo
viendo por un rato, para luego voltear a ver devuelta a Kenshin y a los otros.
Con una expresión fría en su rostro, el samurai Shinsen se hizo a un lado,
dejándoles el camino libre para que pudieran pasar.
Sin perder tiempo, Kenshin, Sanosuke y Aoshi
corrieron rápidamente al interior del castillo. Antes de entrar, Aoshi se giró
hacía atrás y miro a Hien, quien también volteo a verlo y sus miradas de
cruzaron por un buen rato.
Aoshi (Pensando): Gracia Hien... y lo
siento...
Hien (Pensando): talvez sea la ultima
ves que nos miremos Aoshi...
Misao se les quedó viendo a los dos muy
sorprendida, y a la ves con una expresión muy triste. Aoshi se dio vuelta y
siguió su camino para alcanzar a Kenshin y a Sanosuke. Misao bajo la mirada un
poco y en su rostro se mostraba algo de tristeza.
Kaoru: Misao, ¿estas bien
Misao: Se ve que ellos dos se
quieren, que tonta fui al pensar que podía significar algo para el Señor Aoshi.
Pero, en estos momentos ya no me importa lo que él piense o sienta por mí, mi
corazón le pertenecerá a él por siempre.
Hien y Makaiju estaban parados lado a lado
viendo hacía la entrada del Castillo. De reojo, Hien volteo a ver a los
soldados del Ejercito Meiji que los miraban casi con odio.
Makaiju: Mira eso, ¿Hien?
Hien: Dije que dejáramos de pelear,
no que nos entregáramos.
Makaiju (Sonriendo): Me parece
bien...
De repente, como si nada, Hien dio un largo y
alto salto hacía arriba, como solo un ninja puede hacerlo. Se impulso en una
de las paredes del castillo, para luego impulsarse hacía los árboles,
perdiéndose entre las hojas. Al mismo tiempo, Makaiju se giró hacía el
ejercito, y con gran velocidad corrió hacía ellos como queriendo atacarlos;
los soldados prepararon sus armas para atacarlo, pero a pocos metros de ellos,
Makaiju se detiene arrastrándoos sus pies en la tierra y levantando una
cortina de polvo que le entra a los ojos a los soldados. Aprovechando esto,
Makaiju da un largo salto, saltando por encima de los soldados y corriendo
hacía el bosque.
Yahiko (Sorprendido): ¿he?, ¿qué fue
eso...?
Misao: Eso fue una buena estrategia
de escape.
Kaoru: Sospecho que no será lo ultimo
que sabremos de esos dos.
En el interior del castillo, Kenshin y sus
amigos caminaban por los oscuros pasillos de la gran residencia; todo parecía
un gran laberinto, muy grande y muy enredoso. Mientras caminaban, los tres
iban en mucho silencio sin decir nada, pero Sanosuke, que tenía una gran duda,
decidió romper el silencio.
Sanosuke: oye Aoshi, ¿qué relación
tienes con la mujer ninja de afuera?
Aoshi: Ella es mi hermana.
Kenshin (Sorprendido): ¡¿Qué?!
Sanosuke (Sorprendido): ¡¿tu
hermana?!
Aoshi: Sí; su nombre es Tatsumi,
Tatsumi Shonomori; nuestra madre murió a causa de la Tuberculosis cuando ella
tenía cinco años, yo tenía siete. Okina y los demás Oniwabanshu nos acogieron
y nos entrenaron en el arte de los Ninjas. Hien Kagome era el nombre de
soltera de nuestra madre; al crecer, Tatsumi quiso cambiarse el nombre al de
nuestra madre, y desde entonces yo y los Oniwabanshu la llamamos así; veo que
se quedó con él.
Kenshin: Pero, ¿Misao sabe eso?
Aoshi: No, la verdad casi nadie sabía
que los dos éramos hermanos; los únicos que tenían ese conocimiento eran Okina,
Hanya y Gawa.
Sanosuke: ¿Gawa?
Aoshi: Cuando los Tokugawa se
rindieron sin darnos la oportunidad de pelear, Tatsumi se puso furiosa y quedó
destrozada; desde el día en que Edo fue evacuado, ella juró que algún día se
vengaría por eso, y veo que trata de cumplir. Cuando yo, Hanya y los otros
íbamos a partir a viajar por el país, trate de que ella viniera con nosotros,
pero yo no aceptó; ella quería seguir por su propia cuenta. Gawa era uno de
los mejores Ninjas del Oniwabanshu y me prometió que la protegería. Jamás
pensé que la volvería a ver en estas circunstancias.
Kenshin: Veo que cada uno de los
miembros del Grupo de Hijikata tiene una historia propia.
Sanosuke: Me pregunto cual será la
historia de la mujer del barco.
Aoshi: ¿Mujer del barco?
Sanosuke: Sí, ¿tú no la viste Kenshin?,
la mujer con unas cadenas bajo las mangas. Era muy hábil, incluso a Saito le
dio problemas ¿Cómo se llamaba?, era...
¿¿¿: Hayai...
Los tres miraron al frente al escuchar una voz
que venía de la habitación a la que caminaban. Al fondo del pasillo había una
puerta de madera, y la voz se escuchaba por detrás de ella; los tres caminaron
lentamente hacía a ella y lentamente abrieron la puerta. Era una habitación
bacía, que era alumbrada únicamente por algunas ventanas, y al fondo había
unas escaleras. Pero, parada justo en el centro, se encontraba una persona
totalmente vestida de negro, con una máscara negra que le cubría toda la
cabeza.
Mientras tanto, afuera del castillo, Megumi
curaba la herida de Seijuro, mientras algunos de los hombres de Hijikata se
habían entregado a los soldados, y unos más habían escapado.
Megumi: Es increíble que este sujeto
este vivo; se ve que casi igual a Kenshin.
Yahiko: Oigan, ahora que lo pienso,
Saito no iba con ellos.
Kaoru: Oye, ¡es verdad!, ¿qué habrá
pasado con él?, recuerdo que salió junto con Kenshin y los otros.
Misao: A mí lo que me preocupa es que
es lo que les espera al señora Aoshi y a Himura dentro de ese castillo...
De vuelta en el interior del Castillo, los tres
estaban frente a esa extraña persona vestida de negro, que los miraba sin
moverse si quiera. Ambos se pusieron en posición para recibir un ataque o en
su defecto, atacar.
Sanosuke: esa persona vestida de
negro fue la que tenía a Kaoru cuando nos enfrentamos a los Oniwabanshu.
Kenshin: Tú eres la mujer que estaba
con Hijikata en Kobe, ¿no es así?
Hayai levanto su mano y la colocó sobre su
máscara, para luego quitársela de un movimiento rápido, mostrando su rostro
blanco y su largo cabello negro.
Sanosuke: Sí, ella es la mujer del
barco. Kenshin ten cuidado, ella logró incluso lastimar a Saito.
Aoshi: ¿Quién eres tú?, ¿acaso tú
también eres un ninja?
Hayai: Mi nombre es Hayai Euu, y soy
la guerrera número uno del señor Daimyo, y para llegar a donde esta él,
primero tendrán que pasar sobre mí. Y les aseguro... ¡¡Qué no será fácil!!
Hayai alzó sus brazos al frente y de debajo de
sus mangas surgieron las dos cadenas que se fueron derecho a donde estaban los
Kenshin, Sanosuke y Aoshi. Los tres esquivaron el ataque, Kenshin y Sanosuke
moviéndose a la derecha y Aoshi de un salto hacía arriba. Las cuchillas de las
cadenas se clavaron en el suelo de madera casi volviéndolo pedazos. Hayai alzó
su mano derecho hacía arriba levantando con ella su cadena, golpeando con
fuerza a Aoshi justo en el rostro y haciéndolo caer al suelo. Al mismo tiempo,
movió su mano izquierda hacía su izquierda, hacía donde se encontraban Sano y
Kenshin; esté ultimo colocó su espada enfundada al frente para cubrir el
ataque de la cadena, pero lo único que logró fue que la cadena lo amarrara por
todo el cuerpo. Como ultima movida, con gran fuerza, movió a Kenshin amarrado
a su cadena golpeando a Sanosuke con él.
Una ves que había atacado a los tres juntos, con
un movimiento de sus muñecas las dos cadenas regresaron a su lugar de origen.
Sanosuke (Poniéndose de pie):
Demonios, el ataque fue tan rápido que ni siquiera lo note.
Kenshin (Poniéndose de pie): ¿Cómo
es posible que nos ataque con cadenas que salen de sus mangas?
Hayai: Vamos, ¿no me digan que ya se
cansaron?, si esto solo esta empezando...
Los tres se pusieron de pie y voltearon a ver a
la mujer que los observaba con una mirada siniestra al igual que su sonrisa.
Hayai los volteo a ver a uno por uno; Sanosuke y Kenshin estaban de su lado
izquierdo, mientras que Aoshi se encontraba de su lado derecho solo.
Hayai: Parece que ya decidí quien
será mi nuevo blanco.
Después de decir esto, se
movió con pasos veloces asía el Ninja de las dos Kodachis. Aoshi rápidamente
desenfundo sus dos armas para defenderse. Hayai dio un largo salto antes de
llegar con su objetivo; alzó su mano derecha hacía él atacándolo con su cadena
derecha, misma que Aoshi desvió con su espada izquierda; acto seguido, Hayai
alzó su mano izquierda hacía el Ninja, atacándolo con su otra cadena, misma
que una ves más, Aoshi logró desviar usando su otra espada. Una ves que Aoshi
esquivo sus dos cadenas, Hayai descendió rápidamente con sus piernas
extendidas hacía el ninja, golpeándolo con fuerza justo en el rostro. Sin
perder tiempo, Sanosuke corrió hacía ella con su puño en alto.
Sanosuke (Mientras corría hacía Hayai):
¡¡Ya verás cobarde, no importa que seas una mujer!!
Kenshin: Espera Sano...
Hayai rápidamente se dio media vuelta hacía
Sanosuke, quien se acercaba a toda velocidad contra ella. La mujer movió su
brazo derecho con fuerza hacía su derecha jalando a su ves su cadena, la cual
se aproximo rápidamente hacía el costado derecho del Sano, quien interpuso su
brazo derecho para detener el golpe; sin embargo, la cadena se comenzó a
enredar en su antebrazo sujetándolo con fuerza. Hayai comenzó a jalar la
cadena apretando cada ves más fuerte el brazo de Sanosuke.
Kenshin camino al frente y se coloco a lado de
su amigo, viendo fijamente a Hayai.
Hayai: Escucha no queremos pelear
contigo...
Sanosuke (Mientras trataba de safarse de la cadena):
Pero si no nos dejas pasar no nos dejarás otra opción.
Kenshin: Sano...
Hayai: Mejor cállate cabellos de
pico, no estas en posición de decir nada. Además, tú bien sabes que yo no soy
fácil de derrotar, si no recuerda tu herida en el hombro.
Aoshi (Poniéndose de pie): Aunque
seas muy rápida y hábil, nosotros somos tres y tus cadenas son dos, y en
ocasiones te verás en la decisión de atacar a uno con las dos; en otras
palabras, tus oportunidades de ganar si los tres peleamos son muy bajas.
Hayai: ¡oh!, que inteligente, apuesto
a que usted es el famoso Aoshi Shinomori; Hien y Gawa hablan mucho de usted,
incluso también el señor Daimyo. Él le tiene un gran respeto, le debe la vida
ya que usted lo salvo de morir el Hakkaido hace años; lo llama como el que le
dio su segunda oportunidad.
Aoshi permaneció con sus expresión seria y fría
de siempre a pesar de los comentarios de Hayai.
Hayai: No teníamos idea que usted era
uno de los que vinieron para detenernos, por lo menos hasta que derroto a Hien
en el puerto. Pero hasta ahora el señor Daimyo no lo sabe, nadie a querido
decirle que aquella persona a la que tanto respeta y a la que tanto le debe
ahora se le opone a tal escala de aliarse con su peor enemigo de la
Restauración para pelea contra él: Battousai Himura.
Kenshin: Nosotros no venimos a
hacerle daño a Hijikata, al contrario, venimos a ayudarlo y hacer que se
rinda, esto no debe crecer aún más pues si la gente comienza a enterarse de
que él en realidad Hijikata Toshizou, el ultimo dirigente del Shinsengumi,
toda la imagen que se tenía del Grupo Shinsen se vendrá abajo.
Hayai: Ya cállate con toda tu
estúpida palabrería Realista de la Restauración. El Señor Daimyo sabe bien las
consecuencias de sus actos, pero prefiere que lo cataloguen como un traidor a
que lo recuerden como alguien que se rindió al final; él peleará hasta que
muera, esa es la verdad.
Sanosuke: No trates de razonar con
ella Kenshin, es obvio no nos piensa dejar pasar; así que de una ves acabemos
con ella y vayamos donde esta Hijikata.
Kenshin (Colocando su brazo derecho
frente a su amigo):
Sano, no sería justo que la enfrentáramos los tres.
Sanosuke:
¿Qué dices?
Kenshin:
Yo me encargaré de ella.
Kenshin dio unos pasos al
frente, colocándose a unos metros de Hayai, quien lo miraba con una sonrisa y
una mirada profunda. Hayai movió su cadena hacía arriba soltando el brazo de
Sanosuke, y con otro movimiento de sus muñecas, las dos cadenas volvieron a su
lugar.
Hayai: No esperaba menos de usted
Battousai Himura. Desde un principio esperaba combatir contra usted.
Kenshin colocó su pie derecho al frente y acerco
su mano al mango de su espada, esperando el ataque. Hayai corre rápidamente
hacía Kenshin con sus brazos extendidos hacía atrás; al igual que con Aoshi,
antes de llegar donde se encuentra parado Kenshin, Hayai da un largo salto al
aire, pera luego caer rápidamente con su pierna extendida hacía el Destajador.
Kenshin da un salto para atrás, esquivando el golpe de Hayai, el cual se
impacta contra el suelo de madera haciendo un gran agujero. Luego, de entre
todo el polvo y restos de madera, surge una ves más la figura de Hayai que da
un largo salto colchándose sobre Kenshin.
Hayai: ¡¡Prepárate a conocer el poder
del Yuzuriha Kugusari!!
La Mujer alzó su brazo derecho hacía su oponente
arrojando su cadena hacía abajo; Kenshin desenfundo rápidamente su espada,
desviando el primer golpe hacía su derecha. En lugar de atacar con su otra
cadena, Hayai volvió a tratar de golpearlo con sus pies desde un ángulo
superior. Kenshin colocó frente a él el lado sin filo de su espada haciendo
que el golpe que su oponente chocará en ese lugar y así protegerlo a él.
Impulsándose en la hoja de la espada, Hayai dio
un salto hacía atrás hasta caer semiarrodillada a poca distancia de Kenshin;
una ves ahí, extendió su brazo izquierdo hacía el rostro de Kenshin,
atacándolo con su otra cadena; el destajador logró mover su cabeza hacía un la
derecha haciendo que la cuchilla de la cadena apenas le rozará el pelo.
Entonces, justo mientras Kenshin esquivaba la
cadena izquierda, Hayai acercó su mano derecha a atrás de su espalda, sacando
el cuchillo que siempre trae consigo.
Sanosuke: Kenshin, ten cuidado tiene
otra arma detrás de ella.
Sin embargo, en lugar de atacar a Kenshin con su
cuchillo, Hayai dio un largo salto, impulsándose por encima de Kenshin; las
cadenas aún seguían fuera de sus mangas, por lo que estas siguieron el camino
imaginario del salto pasando por encima de la cabeza de Kenshin, quien se dio
media vuelta para no perder de vista a su oponente.
Hayai se encuentra de espaldas al destajador una
ves que toco el suelo, pero rápidamente se da media vuelta hacía la izquierda,
jalando con su brazo la cadena y dirigiéndola directo a Kenshin, enredando
todo su cuerpo y sus brazos de la cintura al cuello. Una ves que lo tuvo
atrapado, Hayai volvió a dar una ves más un salto hacía arriba, esta ves más
alto que los otros hasta tocar el techo; clavando el cuchillo de la mano
derecha en el techo, logró sostenerse arriba de Kenshin.
Kenshin (Pensando): Esto es...
Hayai jaló su cuchillo y se dejo caer hacía
Kenshin con su arma extendida hacía el destajador, determinada a atacarlo.
Kenshin levanta la mirada, y al ver a su atacante no la ve a ella, si no ve a
otra persona; un hombre vestido con ropas de Ninja y la boca tapada; era casi
lo mismo, estaba seguro de que ya había vivido esto antes.
Hayai (Mientras caía hacía Kenshin):
¡¡Vas a morir Battousai Himura!!
Kenshin aún tenía sus espada desenfundada en su
mano derecha. A pesar de estar amarrado con la cadena, logró tomar su espada
con fuerza y levantarla, logrando que la hoja se colocará sobre su rostro. Con
su espada sin filo logró detener la cuchilla de Hayai, antes de pudiera
hacerle algún daño.
Al no poder alcanzar a Kenshin, Hayai se impulso
hacía atrás alejándose de Kenshin, sin embargo por ningún motivo lo soltó de
su cadena, sujetándola con fuerza con su mano izquierda.
Kenshin: Ese movimiento, lo he visto
antes...
Hayai (Sujetando la cadena):
¿Enserio?, seguro que sí, ¿ya recordaste?
Kenshin: ¿Recordar?
Hayai: Una noche lluviosa en Kyoto;
ibas caminando muy tranquilo, y de repente, de la oscuridad de la noche
surgió...
Kenshin (Con expresión de sorprendido):
¡Una espada con una... con una... cadena!
Kenshin volteo hacía abajo para ver la cadena
que rodeaba su cuerpo. Todo era casi como aquella noche de lluvia.
Sanosuke: ¿De que esta hablando?
Aoshi: ¿Una espada con una cadena?
Hayai: Tú mataste a ese ninja, ¿no?,
¿lo recuerdas?, ¿Recuerdas a Murakami Rensato?, Mataste a mi padre, Battousai
el Destajador...
Kenshin bajo la mirada y
sus ojos mostraron la gran sorpresa ante las palabras de su oponente. Lo había
recordado, él sabía que este estilo de ataque con la cadena ya lo había visto
antes...
Kenshin
(Pensando): Eso ocurrió la noche en que conocí a
Tomoe, ese ninja... “la lluvia de sangre...”
Aoshi:
¿Murakami el “Rensato”?, ¿eres hija de un miembro del Yaminobu?
Hayai:
Así es, mi padre era un ninja, miembro del grupo Yaminobu; él fue asesinado
por Battousai en Kyoto. (Volteando a ver a Kenshin) cuando él fue
asesinado, yo tenía solo 12 años; él me entreno desde muy pequeña en el arte
del Ninjistu, y desde que murió, me dedique días tras día a perfeccionar su
técnica y a volverme más fuerte. (Sonriendo) Pero descuida Battousai;
así como el señor Makaiju, yo no te guardo ningún rencor por lo que hiciste;
era la guerra y sabía muy bien que perdería a mi padre tarde o temprano. Sin
embargo, aún así eres mi enemigo al oponerte a nuestros planes, así que te
mataré usando la técnica perfeccionada de mi padre.
Hayai jaló a Kenshin
hacía ella con su cadena, jalándola con la mano derecha, y como si fuera una
simple almohada, la mujer logró jalarlo con gran facilidad.
Sanosuke
(Sorprendido): ¡Increíble!, ¡logró jalar a Kenshin
con una sola mano!
Aoshi:
se ve que ella tiene mucha fuerza física para ser mujer.
Sanosuke:
Claro, por eso fue capaz de resistir uno de mis golpes.
Kenshin se aproximaba
hacía Hayai debido a que está lo había jalado con su cadena. Hayai tomó su
cuchillo con la mano derecha y lo colocó de tal manera de que estuviera a lado
de su oreja izquierda, lista para hacer un corte circular hacía la derecha...
Aoshi:
¿Uno de tus golpes?
Sanosuke:
Sí, así es...
Justo cuando Kenshin ya
estaba cerca de ella, Hayai movió su cuchillo rápidamente hacía la derecha,
tratando de cortarle el cuello; sin embargo, Kenshin logró colocar su espada
al frente y detener el golpe...
Sanosuke:
Cuando peleamos con ella en Kobe, yo le di un fuerte golpe en el estomago para
neutralizarla, pero no le hice ningún efecto.
Kenshin se impulso hacía
atrás empujando su espada contra el cuchillo de Hayai. Una ves que se alejó de
Hayai, comenzó a dar varias vueltas en el aire, zafándose así de la cadena...
Aoshi:
¿En su... estomago?
Para cuando Hayai levanto
la mirada hacía su enemigo, Kenshin estaba de pie frente a ella, con su cadena
en los pies y su espada al frente. Sin pensarlo ni perder tiempo, Kenshin se
abalanzó contra ella a toda velocidad con su espada extendida al frente.
Aoshi
(Pensando): Denki era muy resistente a los golpes
pues sus desarrollados músculos le servían como una armadura; pero esta joven
se ve normal, como cualquiera; ¿acaso...
Kenshin
(Gritando mientras se aproximaba a Hayai): ¡¡Yo no
quiero pelear contigo, y menos después del daño que te cause, pero si insistes
no me dejas otra alternativa!!... ¡¡Estilo Hiten Mitsurugi...
Kuzu Ryu Sen!!...
Kenshin se lanzó contra
la mujer con su espada al frente; era la primera ves que se veía obligado a
usar su técnica con una mujer, pero no tenia otra opción, ella era más fuerte
de lo que esperaba. Los nueve golpes de la técnica golpearon con rapidez a
Hayai, con tanta rapidez que no fue capaz de esquivarlos.
Kenshin pareció atravesar
a Hayai, ya que una ves ejecutada su técnica, en una abrir y cerrar de ojos,
apareció semiarrodillado detrás de Hayai, dándole la espalda y con su espada
extendida al frente.
Hayai:
jajaja...
Kenshin (Dándose
vuelta): ¿qué?
Hayai (Dándole
la espalda a Kenshin): Esa velocidad es
impresionante Battousai; veo porque le llaman “La Velocidad de Dios”
(Dándose la vuelta lentamente) en otra circunstancias hubiera caído
totalmente inconsciente...
Hayai se dio la vuelta
dándole la cara a su contrincante. La parte de arriba de su traje – su camisa
– estaba casi hecha pedazos por los golpes de Kenshin, más no parecía mostrar
su piel o algo parecido. Hayai colocó su mano derecha en la parte de su traje
del hombro izquierdo, y de un solo tirón, rompió totalmente su camisa
mostrando algo que dejo sorprendidos a todos: era como un traje de hierro, de
un color café, talvez cobre, que le cubría desde el cuello hasta la cintura, y
todo el brazo derecho y todo el izquierdo; si embargo, su brazo izquierdo
estaba rodeado por una cadena, una cadena que parecía estar unida a una
especie de rueda en su espalda, y justo debajo de su muñeca, se encontraba la
cuchilla.
Sanosuke
(Sorprendido): ¡Una armadura!, ¡Fue lo mismo que
paso con ese sujeto de los Caballeros Negros!
Hayai sonrió, y dio un
movimiento circular de su muñeca izquierda, y en entonces, otra rueda que
estaba en su espalda comenzó a girar, y la cadena de la mano derecha comenzó a
enredarse en su brazo derecho, hasta que la cuchilla de trapo con una especie
de ranura en la parte que se encontraba debajo de su muñeca.
Kenshin:
¡Ese es el secreto de la técnica de Hayai!
Sanosuke:
ya veo, con que por eso pudiste resistir mi golpe, eres una tramposa.
Aoshi:
¿Qué rayos es eso?
Hayai
(Sonriendo): esto mis queridos amigos es la máxima
representación de la tecnología Europea; al igual que el
Diewaffe, esta Armadura de Cadena esta hecha
con la tecnología Occidental. Con un simple movimiento de mis muñecas o de mis
brazos, puedo atacar con estas dos cadenas como todos ustedes ya lo han visto,
además, sirve de una gran armadura para protegerme.
Kenshin: Ya veo; usas esa
armadura con cadena siempre; por el peso de la armadura, y además por el hecho
de que tus brazos estan atrapados en tus cadenas, debes de hacer más esfuerzo,
es como si cargaras un gran peso. A puesto a que ese es también el secreto de
tu fuerza.
Hayai: Ustedes son los
primeros en averiguar el secreto de mi técnica; pero no se preocupen, no
permitiré que se lo cuenten a nadie, jajaja...
Hayai, la
mejor guerrera de Hijikata a mostrado su secreto; la Armadura con Cadena esta
hecha con la mejor tecnología europea, no solo la ayuda con su tecnica de la
cadena, si no también que la protege. Incluso Kenshin y Saito ha recibido
daños por parte de esta guerra, ¿podrás Kenshin en su mal estado derrotarla y
llegar donde se encuentra Hijikata?...