[
Fan fiction ]
La Saga de Osaka
Capitulo 19:
La Decisión de Aoshi Shinomori
Poco a poco ese día de
otoño estaba llegando a su fin, al igual que los diferentes combates de Osaka.
Los soldados ya han atrapado a todos los hombres del Grupo de Hijikata, con
excepción de Makaiju, Hien, y aquellos que están dentro del Castillo.
Kaoru, Misao, Megumi y Yahiko estaban afuera del
castillo junto con el ejecito Meiji. Seijuro Hiko, después de haber perdido su
encuentro, se encuentra ahora tirado en el suelo con algunas vendas en su
herida. De repente, el maestro de la escuela Hiten Mitsurugi abre los ojos y
se logra sentar en el suelo.
Misao: Miren, Seijuro ya despertó.
Megumi: No se forcé demasiado, su
herida es grave.
Seijuro: Tú debes de ser amiga de mi
pupilo, ¿no es así?
Kaoru: Seijuro Hiko, ¿qué fue lo que
sucedió?
Yahiko: Sí, ¿cómo fue que un hombre
como tú recibió tal daño?
Seijuro: Fue Hijikata Toshizou...
Misao: ¡Hijikata!
Seijuro: Sí. No había visto tal
velocidad, por algo es uno de los miembros más temidos dentro del Grupo
Shinsen. Sin embargo, note gran inseguridad en su pelea.
Yahiko: ¿Inseguridad?
Seijuro: Se ve que en el momento de
nuestra pelea, Hijikata estaba lleno de dudas, por ello opta por esconderlos
tras esa expresión fría en su rostro.
Kaoru: Es verdad, durante el tiempo
en que estuve con él siempre permaneció con esa misma expresión sin
sentimientos. Pero aún se veía que a pesar de que estaba determinado a cumplir
su cometido y sus ideales, algo lo perturbaba de verdad.
Misao: Igual que el señor Aoshi...
Seijuro: Pero en este caso todo se
debe a que la cabeza de Hijikata y todas sus acciones están siendo manipuladas
por alguien detrás de él y de todo este plan, de seguro debe ser ese sujeto...
Yahiko: ¿Sujeto?, ¿qué sujeto?
Seijuro recordó aquella ocasión en la que
combatió con Serisawa en Kobe, y como él vigilaba con gran detenimiento su
combate con Hijikata. Él debía ser el que estaba detrás de todo, y claro que
Kenshin debía saberlo.
Seijuro trato de ponerse de pie, pero el dolor
de su herida hizo que cayera al suelo una ves más.
Megumi: Le dije que no hiciera eso,
se puede lastimar más de lo que esta.
Seijuro: No hay tiempo, por favor,
llévenme a donde Himura...
Mientras tanto en el
interior del castillo, Kenshin seguía combatiendo con Hayai y su Armadura de
Cadena. Kenshin corría por toda la habitación, esquivando los rápidos
movimientos de las armas de su oponente.
Hayai (Mientras atacaba con sus cadenas):
Vamos Battousai, ¿qué te ocurre?, ¿acaso escapando como ratón
fue como mataste a mi padre?
A pesar del comentario de Hayai, Kenshin seguía
sin acercarse a ella, y aunque lo hiciera mientras ella tuviera esas cadenas y
esa armadura para defenderla, sería de gran problema el hacerle algún daño.
Sanosuke: Kenshin esta atrapado en
los trucos de esta mujer, ¿qué puede hacer?
Aoshi observaba todo el combate, inmutable, con
su expresión sería observando cada movimiento.
Kenshin (Pensando mientras esquivaba las cadenas):
El material de la armadura debe estar hecho para resistir los golpes de
espada. Lo mejor será atacar desde arriba a su cabeza con mi Ryu Tsui Sen.
Sin perder tiempo, Kenshin da un largo salto por
encima de las cadenas de Hayai, colocándose por encima de ella. Un ves ahí, se
dispuso a ejecutar su técnica.
Kenshin:
¡¡Estilo Hiten Mitsurugi... Ryu Tsui Sen!!
Hayai: ¡¡Que tonto eres!!
Hayai jaló su cadena derecha y la impulso hacía
arriba, sujetando o amarrando a Kenshin con ella. Antes de que el arma de
Kenshin pudiera tocarla, Hayai impulsó su cadena al frente, jalando con ella a
Kenshin, hasta hacerlo chocar con una pared. Un aves hecho esto, Hayai regresó
sus dos cadenas a su lugar.
Kenshin trato de ponerse
de pie una ves que estuvo libre de sus cadenas, pero al momento en que lo
trato, se vino al suelo una ves más. Entonces, la pared en la que había
chocado Kenshin, ahora se encontraba manchada por sangre.
Sanosuke: ¡Oh no, las heridas de la
batalla con Saito aún siguen abiertas!
Aoshi: En ese estado Battousai no
podrá hacer nada.
Kenshin permaneció
sentado en el suelo con la espalda recargada en la pared; parecía algo
desorientado, talvez apunto de desmayarse. Hayai lo miró y luego sonrió.
Hayai: Parece que Battousai ya no
tiene nada que hacer, será mejor que lo eliminé de una buena ves para terminar
con todo esto...
Hayai estiró sus brazos hacía los lados, y luego
rápidamente hacía al frente impulsando sus cadenas rápidamente hacía Kenshin,
quien aún no lograba ponerse de pie.
Sanosuke: ¡¡Kenshin!!
Kenshin no reaccionaba;
parecía estar muy débil para esquivar el golpe; parecía que las cuchillas de
Hayai terminarían por atravesarlo. Sin embargo, justo antes de que las cadenas
de Hayai tocaran al destajador, una rápida y precisa estocada hecha con una
espada, desvió ambas cadenas hacía la derecha, haciendo que se encajaran en la
pared de ese lado.
Parado frente a Kenshin, con la vista hacía
Hayai y su espada en la mano derecha, se encontraba Saito, como si nada
después de su combate con Kenshin, más aún en su pecho se encontraba la marca
hecha por la técnica de Kenshin.
Sanosuke (Sorprendido): ¡Saito!
Saito: Te equivocas jovencita, esto
todavía no acaba.
Hayai: ¿Todavía hay más molestias?,
ahora no solo Aoshi Shinomori se le opone al Señor Daimyo, ahora también Saito
Hajime, uno de sus hombres de confianza se revela contra él.
Saito: Deja de hablar de Daimyo Akai
como si estuvieras hablando de Hijikata Toshizou; cualquier tonto se da cuenta
de que son individuos totalmente diferentes. (Colocándose en la posición
del Gatotsu) por eso, en el nombre de Hijikata y de todos los miembros
caídos del Grupo Shinsen, yo vengo a acabar con esto.
Kenshin (Levantando la mirada): Saito...
Saito: Tú cállate Battousai, tú ya no
tienes nada que hacer aquí, ya te lo dije; deja que yo me haga cargo de esto.
Hayai: Cuando quieras, te reto a que
intentes usar tu Gatotsu, nada a cambiado de aquí a aquella noche el Kobe.
Ambos se miraron el uno al otro, esperando que
el ataque empezará. Saito estaba en mejor condiciones, comparado con Kenshin,
posiblemente tendría una oportunidad.
Mientras tanto, en el piso Superior, aguardando
en una habitación con una puerta abierta hacía el balcón, se encontraba
Hijikata, de pie a la puerta de entrada a la habitación. No llevaba puesto la
parte de arriba de su traje, solo tenía puesto sobre la piel su saco del Grupo
Shinsen, el saco azul con blanco, y en la cabeza usaba una cinta blanca. En
sus cintura, su mano izquierda sostenía una de sus fundas, aguardando el
momentos de pelear.
Serizawa estaba recargado en una pared atrás de
Hijikata, a lado de la puerta que da al balcón. A lado de sus pies se
encontraba su enorme espada en el suelo. Serizawa observaba con detenimiento a
Hijikata, que no se movía de sus lugar, esperando.
Serizawa (Pensando): ¿Qué estará
pensando?, debe de estar ansioso por pelear, ¿no es así?, lo más seguro es que
esta pelea solo tenga un resultado, él va a morir, y si Himura no es capaz de
matarlo, yo lo haré...
Rápidamente, Saito se abalanzó contra Hayai con
sus brazo izquierdo con su espada extendido al frente. Hayai sacó su cadena
derecha y la movió de derecha a izquierda, golpeando la espada de Saito y
desviándola hacía la derecha de esté. Saito rápidamente movió su espada hacía
su izquierda para dar el segundo golpe de sus técnica; sin embargo, Hayai se
cubrió colocando entre ella y la espada de Saito, su cadena izquierda,
sujetándola con la mano derecha.
Una ves que detuvo el golpe de Saito, Hayai dio
un largo salto hacía arriba, saltando por encima de Saito. Mientras estuvo en
el aire, alcanzó una ves más con su mano derecha el cuchillo que tenía
guardado en su espalda, y tocó suelo colocándose frente a la espalda de Saito.
Rápidamente se abalanzó hacía él, lista para hacerle una cortada a la mitad de
la espalda; sin embargo, Saito logró voltearse rápidamente y cubrir el
cuchillo con su espada.
Hayai, al fallar en su intento de atacar a Saito,
dio un salto hacía atrás alejándose de Saito, y metiendo el cuchillo de vuelta
en su pequeña funda de madera que escondía detrás de ella.
Hayai: Veo que es rápido señor Hajime.
Saito: No necesito sarcasmos de parte
de ti.
Hayai: Ja, a pesar de que vivimos en
esta era donde “supuestamente” tenemos paz, y a pesar de que se ha convertido
en un perro del gobierno, sus ojos aún reflejan esa expresión y tinte de un
asesino. Mientras que los ojos de Battousai ya no reflejan el instinto asesino
del que tanto se hablaba durante la Restauración. Entonces, ¿qué es mejor me
pregunto yo?, mientras que Battousai ya no quiere matar nunca más, usted sigue
con la idea de exterminar a la maldad; ambos tienen ideales tan distintos, más
sin embargo ambos fueron derrotados por el Señor Daimyo sin ni siquiera
tocarlo. Parece que el ideal no tienen nada que ver con la fuerza; la fuerza
se obtiene entrenando el cuerpo, preparando su resistencia y agilidad, la
verdadera Fuerza es la del cuerpo, ¿no lo cree así?
Saito: Qué lastima me das...
Hayai: ¡¿he?!
Saito: ¿Cómo alguien con una visión
tan limitada puede llegar a ser la mano derecha de Hijikata?, te reto a que le
digas esas estupideces a aquellos miembros caídos del Shinsengumi e incluso a
los Realistas. Con el poder del cuerpo puedes dañar a una persona por unos
días, mientras que con la mente puedes dañarla de por vida.
Kenshin (Apoyándose en su espada para levantarse):
Desde el momento en que perdiste a tu padre dedicaste toda tu vida a volverte
cada ves más fuerte. Entrenaste tu cuerpo hasta ya no poder, cubriéndolo con
esa armadura que lo aprisionaba, formando un escudo hacía todo el mundo.
Mientras más fortalecías tu cuerpo, tu alma se iba muriendo, hasta el punto en
que a ser un simple soldado sin corazón, sin ideal ni camino.
Hayai: Por favor, de que sirve el
ideal si no tienes la fuerza para cumplir tu cometido.
Sanosuke: ¿Y que es la fuerza he?,
durante la pelea con Makoto Shishio, todos dimos lo mejor de nosotros, él nos
derrotó a todo, sí, nos venció y detuvo nuestras técnicas, de todos los que
aquí estamos; más el poder del espíritu de Kenshin nos hizo levantarnos y
sobrevivir y venos aquí ahora.
Kenshin: Hayai, aprisionaste todos
tus sueños y esperanzas en esa armadura, por eso eres la Guerrera de la
Muerte.
Hayai (Con cara de enojo): ¡¡Ya
cállate!!, ¡¿Acaso olvidas que no lograste derrotarme porque tu cuerpo se esta
desmoronando?!, ¡¿Dónde esta tu espíritu ahora?!
Saito (Colocándose en posición para el Gatotsu número dos):
Ya basta de hablar Battousai, hazte a un lado para que pueda terminar de una
buena vez.
Kenshin: Saito, no puedes matarla...
Saito: Solo obsérvame...
Saito se abalanzó rápidamente contra Hayai con
su espada lista para efectuar su técnica.
Hayai (Pensando): ¿Qué va a matarme?,
no, no lo hará, porque yo soy más fuerte.
Hayai dio un alto salto hacía arriba esquivando
el golpe de Saito que termino chocando con el suelo, haciéndolo pedazos.
Rápidamente cambios al Gatotsu número tres, apuntando su espada hacía Hayai
que estaba sobre él. Saito se elevo hacía arriba con su espada al frente,
justo hacía Hayai, quien confiada arrojó sus cadenas contra él, sujetándolo de
piernas y brazos. Más, a pesar de estar atrapado, Saito siguió con su camino,
directo a donde estaba Hayai.
Hayai: ¡¡Imposible!!
En un intento por esquivar el golpe, Hayai se
hizo para atrás, y Saito paso justo frente a ella. Después de el ultimo
ataque, ambos descendieron al suelo; Saito aún seguía amarrado con las
cadenas.
Hayai: ¿Ahora que harás?
Saito: ¿esto?, esto no tiene
importancia, ¿acaso ya viste tu armadura?
Hayai bajo la mirada hacía la parte del pecho de
su armadura. Increíblemente había una rajadura que se extendía desde la mitad
del estomago, hasta pocos centímetros del cuello. De seguro Saito se la había
hecho con su ultimo ataque.
Hayai: No, imposible, Mi armadura
esta hecha para resistir hasta la espada más fuerte.
Saito: ¿Espada?, ¿qué no te diste
cuenta?
Hayai: ¿Qué?
Saito: Fuiste atacada por el colmillo
de un lobo
Hayai: ¿Qué cosa?
Saito se le quedó mirando con sus grandes ojos
amarillos; su mirada ponía nerviosa a Hayai, que se veía que estaba realmente
enojada. En un arranque de ira, Hayai jaló con fuerza sus cadenas,
estrellándolas con fuerza junto con Saito – que aún estaba atado con ellas –
en una pared, para luego seguir chocando al lobo contra el suelo, y las
paredes.
Sanosuke: Esa maniática esta
golpeando a Saito contra las paredes.
Aoshi: No importa, ella ya tiene
perdido este combate.
Sanosuke: ¿Qué cosa?
Después de azotar a Saito contra las paredes en
repetidas ocasiones, Hayai como ultimo con todas sus fueras, estrelló a Saito
contra el suelo, haciendo que se estrellará boca abajo. El golpe provocó que
inconscientemente Saito soltará su espada.
Sanosuke: ¡Lo ha desarmado!
Hayai sonrió, para luego jalar de nuevo sus
cadenas y estrellar a Saito de espaldas contra la pared, alejándolo de su
arma. Una ves que lo tuvo en esa posición, lo soltó por unos momentos; luego,
ella se elevó de un salto sobre Saito, y una ves más alcanzó su cuchillo que
estaba en su espalda; se elevó hasta tocar techo, y luego impulsándose con sus
pies en el techo, se abalanzó desde arriba para dar un ultimo golpe.
Sanosuke: ¡Saito, Levántate!
Saito se puso de pie tambaleándose un poco.
Luego, levanto la mirada hacía Hayai que se acercaba como volando hacía a él,
y extendió su mano derecha hacía arriba, justo hacía ella, y colocó su puño
izquierdo cerrado a lado de sus costillas.
Kenshin: ¡¿Es un Gatotsu?!
Sanosuke: Es un Gatotsu con el puño,
fue lo mismo que hizo conmigo.
Hayai (Mientras descendía hacía Saito):
¿Qué piensa hacer?
Saito no
respondió, solo dio un largo salto hacía arriba impulsándose con sus pies,
directo a donde esta Hayai, sin perder la posición del Gatotsu...
Saito:
¡¡Gatotsu Sanshiki Ken!!...
¡¡Golpe del Colmillo del Lobo número Tres!!...
Hayai: ¡¡Efectuó un Gatotsu sin la
espada!!
Saito se elevó hacía Hayai. El cuchillo que está
sostenía al frente con la mano derecha, logró hacerle con corta en el
antebrazo izquierdo, más el siguió con su técnica.
Saito (Antes de dar el golpe): Tu
armadura puede proteger su tronco y tus brazos, pero tu rostro y tu cabeza
queda muy desprotegido....
Saito extendió con rapidez su puño derecho al
frente como si estuviera usando una espada, golpeando con fuerza a Hayai justo
en la barbilla y empujándola hacía atrás. Por el golpe, Hayai soltó su
cuchillo, mismo que calló hasta clavarse en el suelo.
Sanosuke: Sí, Saito lo hizo.
Ambos combatientes que estaban en el aire,
descendieron con rapidez hacía el suelo golpeándose con fuerza. Por unos
momentos, ninguno dio señales de levantarse. Las largas cadenas de Hayai
estaban casi por todo el suelo de la ya casi destruida habitación.
Entonces, Saito se puso de pie apoyándose en sus
manos. Volteo a ver a Hayai, quien a duras penas trataba de pararse.
Saito: Me sorprende que aún puedas
ponerte de pie, se ve que en realidad tienes resistencia, pero eso no sirve de
nada, tu espíritu se ha roto y ahora con problemas y puedes pararte.
Hayai: Yo, aún no he perdido...
Saito: ¿Qué estas diciendo?
Hayai alzó su brazo derecho hacía atrás, lista
para tratar de atacar a Saito una ves más. Cuando de repente, la figura de
Sanosuke aparece detrás de ella.
Sanosuke: ¡¡Ya basta de estas
tonterías!!
Sanosuke golpeo con fuerza la parte de la
armadura de Hayai que protegía su espalda con su Doble Impacto. La Armadura de
Metal comenzó a fragmentarse, hasta volverse miles de pedazos en el suelo.
Hayai se quedó con unas vendas blancas que la cubrían de la mitad del pecho
hacía la cintura, y la parte de la armadura de sus antebrazos, y sus cadenas
cayeron al suelo.
Hayai (Sorprendida): ¡¿Cómo es
posible?!
Sanosuke: ¡Ya basta de estas cosas,
acepta que ya no hay nada que puedas hacer, ahora déjanos pasar.
Kenshin: Sanosuke...
Hayai bajo la mirada viendo al suelo. Admiro los
pedazos de metal de su armadura y su cadena bajo sus pies. Se agacho y con sus
manos tomo sus dos cadenas; de alguna manera unió los dos últimos eslabones de
cada cadena, volviéndola una sola cadena con una cuchilla en cada punta. Se
retiro la parte de sus armadura que le quedo en sus brazos, para luego
enrollara en su brazo izquierdo.
Saito: Supongo que eso significa que
te retiras, ¿no es así?
Hayai: El Señor Daimyo los matará a
todos ustedes...
Para retirarse, la Guerrera dio un lago salto
hacía atrás por encima de Sanosuke, colocándose detrás de él. Sin embargo, en
lugar de atacar a Sanosuke, Hayai se dio media vuelta y se retiro a gran
velocidad por la puerta. Ahora Kenshin y lo demás tenían el camino libre para
ir a donde se encontraban Hijikata y Serizawa.
Sanosuke: Que mujer tan extraña...
Saito: Dime Battousai, ¿crees poder
caminar y pelear?
Kenshin: Sí, me encuentro bien, pero,
¿cómo estas tú?
Saito: El hacerme rebotar por las
paredes no significa nada para mí.
Kenshin: En tal caso vayamos ahora
los cuatro juntos a donde esta Hijikata.
Sanosuke:
El Combate en la Base de
Shishio se repite, vayamos entonces.
Sanosuke, Kenshin y Saito
caminaron hacía la puerta para seguir su camino; sin embargo, Aoshi se quedó
atrás. Kenshin se dio media vuelta al ver que el ninja no los seguía.
Kenshin: Aoshi, ¿ocurre algo?
Aoshi: Battousai, espera un
momento...
Aoshi guardo sus dos espadas en sus funda
compartida. Luego, camino lentamente hacía Kenshin, hasta estar a pocos
centímetros de él, viéndolo con una expresión fría que no comprendía Kenshin.
Entonces, para sorpresas de todos y en especial de Kenshin, Aoshi golpeó con
fuerza al Destajador con la Empuñadura de su espada justo en el estomago, y
luego lo golpe justo detrás de la nuca con su funda de madera, haciendo que
Kenshin cayera al suelo inconsciente.
Sanosuke: ¡Kenshin!, Oye, ¿qué te
pasa?, ¿por qué atacas a Kenshin?
Saito: ¿Shinomori?
Aoshi no contestó; simplemente colocó sus
espadas bajo su brazo izquierdo y camino al frente. Sanosuke y Saito por
alguna razón se hicieron a un lado dejándolo pasar; aún no comprendían el
porque de lo que acababa de hacer. Antes de cruzar la puerta, el ninja se dio
media vuelta y los miró por unos segundos.
Aoshi: Cuiden de Battousai por
favor...
Sanosuke (Sin comprender nada):
Aoshi...
Sin decir nada más, Aoshi se giró y se alejó
caminando hasta que se perdió en las sombras del Castillo.
Sanosuke: ¿Qué paso?, no entiendo.
Saito: Tú nunca entiendes nada.
Sanosuke: ¿qué dices?
Saito sacó un cigarro y lo colocó en su boca;
luego sacó un cerillo y lo prendió. Después de sacar de su boca el humo, le
contestó.
Saito: El descanso le vendrá bien a
Battousai, deja de Shinomori se adelante, en un momento lo alcanzamos.
Sanosuke: ¿Qué?, Saito, ¿acaso tú
sabes lo que tiene planeado Aoshi?
Saito: ¿Qué?, ¿acaso no el lógico?
Mientras tanto, Aoshi caminaba por el castillo,
hasta llegar al pie de unas largas escaleras que llevaban a donde se
encontraba su oponente.
Aoshi (Pensando):
Esa mujer tenía razón, Hijikata no se rendiría por nada, él peleara hasta que
su cuerpo ya no lo soporte. No importa lo que Battousai le diga, él no
escuchará. Yo fui quien empezó todo esto, así que antes de que él sea
asesinado por el Gobierno, es preferible que yo acabé con este enfrentamiento
de una buena ves. Sí, lo siento Okina, Misao, y Tatsumi, pero ya he tomado una
decisión: si Battousai no puede hacerlo, yo sí mataré a Hijikata...