[
Fan fiction ]
One of these nights
Capitulo
cuatro: Renacimiento y Alianza
Eran siete contra tres,
cualquiera pensaría que la proporción era injusta, aun significando que los
contendientes eran seres sobrenaturales, pero no lo era, los tres vampiros del
clan Ventrue eran buenos peleadores y a lo largo de
su existencia vampirica habían obtenido más poderes
de los que tiene un vampiro cualquiera.
Raziel
era el más anciano de los tres, era el hijo bastardo
de un importante conde francés con fama de ser un hombre cruel y violento, había
tomado por la fuerza a la joven y bella hija de uno de sus capataces, de esta
unión había nacido Raziel que tenia la belleza de
su madre y el porte de su padre, pero éste después del nacimiento del niño,
había despreciado a la madre y a su hijo; mandándolos a trabajar a la cocina,
mientras seguía con su vida de libertinaje. A la muerte de su madre, siendo
apenas un adolescente Raziel había decidido
abandonar el castillo, en busca de fortuna y en compañía de un grupo de gitanos
que le habían prometido llevarlo a la ciudad.
Pero su padre, el conde le
había impedido que se fuera. Poco tiempo después de que
Raziel y su madre hubieran sido exiliados a la cocina, el conde se caso
con una adolescente de una familia de gran renombre, ésta duquesa que tenia mas
o menos la edad de la madre de Raziel, no había
podido darle un descendiente al conde, por lo que el conde había vuelto de nuevo
a su alocada vida llena de vicios, sin embargo los años habían pasado, y el
conde ya era un anciano lleno de remordimientos, por temor al purgatorio,
entonces había mandado llamar a su hijo bastardo que
estaba a punto de fugarse, lo convenció de que si se quedaba en el castillo, lo
proclamaría como su hijo legitimo y llegaría algún día ha ser el dueño y señor
de todos sus posesiones, Raziel acepto gustoso el
trato y se quedo a su lado siéndole fiel y cuidándole todo lo que pudiera, pues
su madre le había ensañado a no ser prejuicioso.
Pero sucedió que la aun esposa
de su padre, se enamoro perdidamente de él, llegando a tal punto su obsesión,
que le seguía todas partes y robaba cosas de su pertenecía y le guardaba y
adoraba como un tesoro. A Raziel no le agradaba
aquella mujer puesto que por su culpa su padre había abandonado a su madre y
siempre trataba de esquivarla, solo logrando que su madrastra se perturbara
más.
Cierto día mientras su padre
había ido de viaje, su madrastra había entrado al cuarto de
Raziel y le había seducido emborrachándolo, su padre había vuelto ese día
y por azares del destino entrado a su habitación, al encontrar a su hijo con su
esposa, se había enfurecido tanto, que estaba
dispuesto a asesinar a su hijo, hábilmente Raziel
pudo escapar, no volviendo nunca más al castillo de su padre.
Vago un tiempo, hasta que
llego a otro pueblo, donde todos sus habitantes estaban muertos, las autoridades
decían que por la peste, pero los rumores decían que por vampiros; al
anallar una morada para guarecerse de la noche había
entrado a la guarida de los vampiros, al notar su belleza la jefecilla de los
vampiros, se había enamorado y decidió convertirlo en su amante eterno,
dándole el don oscuro; así se había convertido Raziel
en Cainita unos 99 años atrás,a la edad de 25 años,
la mujer que lo había
abrazado
era Rosemary del Clan Toreador,
Raziel había pertenecido a el, pero a pesar que le agradaba las artes y
las fiestas, le aburrían rápidamente y a veces hasta las despreciaba al recordar
a su padre, por lo que cuando conocio a
Malek, líder del clan Ventrue,
le había pedido que le enseñara todo lo que debería de saber, para ser un
verdadero cainita; Malek le había aceptado y
Raziel cambiaba de clan, ganándose varios rencores y
odios por parte de los Toreador y otros cainitas de diferentes clanes, que lo
consideraban traidor; pero también ganaba respeto, fama y poder, al
considerársele después como sucesor de Malek y
próximo líder del Clan Ventrue y por lo tanto de la
camarilla.
La historia de
Melchiah había sido diferente, él tenia apenas unos
45 años de existencia vampirica y era uno de los
pocos a los que se le había abrazado a tan temprana edad, tan solo tendría unos
14 años cuando había pensado escapar de su casa cansado del infierno que llevaba
dentro de ella, su madre se prostituia en las calles
de Inglaterra para poder alimentar a todos sus hijos y su padre un borracho
asesino lo golpeaba a él y a sus hermanos si no le llevaban dinero para que
pudiera tomar más.
Una tarde
mientras tocaba el violín majestuosamente, como se lo había enseñado su abuelo
materno, y sus hermanos menores pedían dinero
en la plaza del
barrio más pobre de la ciudad de Londres, la gente se acercaba a oírlo pero al
cabo de unos minutos seguían con su camino, ya estaba oscuro y tenían que
regresar a casa, pero aun no habían reunido dinero suficiente para su padre, por
lo que Melchiah tocaba su ultima melodía con gran
desesperación en espera de que alguien se compadeciera de ellos y les regalara
algunas monedas, ya no había nadie solamente un caballero de larga cabellera
rubia y vestido finamente, se había acercado y escuchaba atentamente; al
terminar su melodía los dedos de Melchiah sangraban,
el caballero le había ovacionado aplaudiéndole y dándole unas monedas de más,
Melchiah se sentía agradecido ya que nadie le había
felicitado por que tocara tan bien el violín, cuando ya se dirigían a su hogar
uno de sus hermanos menores traía en su mano un reloj finísimo de oro,
Melchiah le había interrogado de donde le había
sacado y el admitía habérselo quitada al caballero,
Melchiah apenado corrió en su busca de nuevo a la plaza para devolverle
su reloj, sabia que si lo vendía el y su familia podrían sobrevivir al invierno,
pero no podía ser malagradecido después de todo el reloj era muy fino y el
caballero había sido amable con él.
Milagrosamente
encontró al caballero y le entrego su reloj, este se había sorprendido por el
gesto del niño, y agradecido también por que el reloj era importante para él.
Melchiah
regreso a su casa, sin embargo su padre se había enterado del reloj y enojado
por que lo había regresado, desquitaba su furia con
Melchiah a quien culpaba de que esa noche no iba tomar. Cuando estaba a
punto de matar al niño, este se había logrado escapar de sus manos y salir a la
calle en busca de ayuda, pero todo estaba oscuro como la boca de un lobo, su
padre ya lo había alcanzado y el estaba seguro que lo mataría, pero cuando
estaba a punto de dar suultimo golpe, una persona le
había agarrado por detrás y le había roto el cuello.
Melchiah
vio la figura borrosa del caballero del reloj. Y con lagrimas en los ojos le
pedía que no le dejara morir, cuando despertó estaba en una habitación fría y un
hombre ya mayor le observaba fijamente, le hablaba con una voz calmada y le
agradecía que hubiera devuelto el reloj a su pupilo, entonces le concedería un
deseo por la acción que había echo, Melchiah sentía
mucho dolor por la golpiza, y solo quería seguir con vida y tocar el violín que
era lo único que le hacia feliz, el hombre de cabellos grises asentía y le decía
que el podía ayudarle a sobrevivir pero que el precio era caro y que tal vez no
podía ver de nuevo a su familia, ni a la luz del día, y que estaría maldito de
por vida, Melchiah pensaba que la vida que había
llevado ya era una maldición y no le importaba en realidad ver de nuevo a su
familia ni la luz del día, el hombre había salido de la habitación y entrado al
poco momento con el caballero rubio, este se había acercado a donde estaba él, e
inclinado su cabeza hasta donde su cuello, algo filoso penetraba por su piel,
Melchiah sintió terror creía que moriría, pero al
poco tiempo el rubio se hería la mano izquierda la sangre empezaba a brotar por
ella y se le daba a tomar, Melchiah sintió repulsión
pero no pudo evitar cuando le obligaron a tomarlo, al poco tiempo se desmayaba
y no recordaba más, cuando por fin despertó todas sus heridas habían sanado y se
entero que se había convertido en un vampiro y que ahora se alimentaría de
sangre, solo lamento que nunca había podido comer un filete de carne, pero igual
se sentía a gusto llevarse a la boca su nuevo tipo de alimentación.
Melchiah
se hizo gran amigo de Raziel, quien le había
abrazado
y también se había sentido fascinado con Malek, que
había consentido que se convirtiera en cainita a pesar de que estaba prohibido,
resulto que el reloj era en realidad un viejo artefacto, que necesitaban para
abrir una puerta donde estaba escondidos viejos testamentos importantes para los
cainitas.
Dana era en
términos cainitas era una neonata, tan solo tenia
unos 10 años de existencia vampirica, pero a pesar
de tan corta edad era mucho más poderosa que muchos vampiros más viejos, nadie
de la camarilla sabia de su pasado humano, un día Malek
había aparecido con ella en la camarilla, lo único que se sabia era que era
originaria de Japón, y que Malek le había
abrazado,
lo que explicaba su fuerza sobrenatural ya que la sangre de los vampiros más
viejos, era un elixir en los vampiros más jóvenes y les otorgaba una mayor
fuerza y poder de lo que un vampiro joven pudiera tener.
Dana había hecho
buen equipo con Raziel y
Melchiah, los tres se llevaban bien y Malek
les otorgaba las misiones más importantes a ellos, puesto que casi nunca
fallaban y eran discretos. Raziel admiraba mucho a
Dana y últimamente le obsequiaba finos regalos, Melchiah
se burlaba de Raziel cuando Dana siempre se negaba a
las citas que le ofrecía Raziel, pero éste era
persistente y albergaba la esperanza de que algún día Dana se interesara por él.
La pelea era
difícil, los samuráis no habían esperado que los tres impíos
como
le llamaban, fueran tan poderosos, a pesar de que ellos eran más y entre sus
contrincantes había un niño y una mujer, no podían dañarlos. Ya habían acabado
con tres y ahora solo quedaban cuatro, el samurai líder solo tenia una
esperanza, que los otros que se habían ido regresaran pronto, pero sabia que no
podía esperar, intento atacar a la mujer pero esta le había agarrado por el
brazo y se lo había roto, sacaba un daga que tenia escondidas entre su ropa de
estilo occidental y lo había amasado por el cuello.
-Diles que se
detengan, o te decapito ahora mismo.
-No lo haré
maldito perra.
Dana había
enterrado más la punta de la daga en el cuello del samurai, haciéndole daño.
-Bien, bien ALTO
DEJEN DE PELEAR- grito el samurai.
Sus compinches
se habían detenido, y Raziel y
Melchiah los amarraron y sentaron alrededor de una piedra.
-Muy bien
inútiles que es lo que planean hacer- preguntaba un
Melchiah divertido mientras miraba burlonamente a los samuráis.
- Nada
bebito, nada que sea de tu incumbencia.
Sera mejor que regreses con tu mama, para que limpie
tu sucio trasero
Antes de que
Melchiah lograra alcanzar al Samurai, para
golpearlo, Raziel lo detuvo y hablo
-Pero que
patético se ven sentados ahí, será mejor que me digan que es lo que planean
hacer los estupidos del sabbat
o los dejaremos aquí hasta que los rayos del sol, los desintegren por completo.
-…
-Bueno en todo
caso si ustedes planean quedarse aquí a ver el amanecer, cosa que se me hace muy
romántica, tal vez antes podamos divertirnos con ustedes,
Melchiah si eres tan amable pásame ese sable, y mientras lo calentamos
para que pueda cortar mejor…
-BASTA, yo les
diré que es lo que planean hacer pero déjenme ir, por favor.
-Cállate,
Mamoru no hables idioteces.
-No cállate tú
Mudou, sabias que no era buena idea y aun así
aceptaste ser tratado como sirviente por esos tipos del
Sabbat y nos metiste en esto. Si me prometen dejarme en libertad, les
diré todo lo que se.
-Prometido,
amigo.
-Bueno los locos
del Sabbat planean robarse algo del palacio del
Shoujo, pasado mañana por la noche, mientras todo
sea un caos por el festival de Nadeshco, nosotros
teníamos que causar una distracción frente al palacio, para que todos los
guardias estuvieran ocupados y ellos pudieran entrar al palacio, sin problemas.
-Y que es lo que
planean robarse.
-Eso no lo se,
no nos lo dijeron.
-
mmm, Dana tu que piensas crees que nos estén
diciendo la verdad?.
La chica afirmo
con la cabeza.
-Bueno esta
bien, los dejaremos ir con otra condición esta noche regresen a su guarida como
si nada, si los del sabbat les preguntan les dirán
que huimos al ver que no podíamos vencer, y como prueba le darán mi prendedor y
en pedazo de la ropa de Melchiah.
-Pero mi ropa no
esta rota, Dana ¬_¬.
-Ya lo esta.- le
decía mientras arrancaba un pedazo de camisa del chico.
-eeeeeeeh,
mi camisa favorita T_T
- Calla Después
te compro otra. Ahora bien, ustedes seguirán con el plan que tenían con el
Sabbat, sin embargo después tendrán que ayudarnos a
quitarles la cosa que se han robado.
Los samuráis
aceptaron la propuesta y Raziel los libero. Dana les
entrego las cosas y se marcharon del lugar.
-Segura que
podemos confiar en ellos, Dana, no nos traicionaran.
-No, nos tienen
miedo y yo lo he fomentado más.
-ja
j aja. Ya veo la chica prueba su nuevo poder.
- Muy bien este
nuevo plan, me agrada y más cuando vea la cara que pondrán los del
Sabbat cuando le quitemos su tesoro, espero que
Raphael se encuentre aquí también
Ja jajaja
ja
Raziel
y Dana también sonrieron, ya iba amanecer y no podrían cazar esa noche por lo
que decidieron ir directo a descansar a su hotel. Al día siguiente tendrían que
examinar los alrededores del palacio, para poder atrapar a los del
Sabbat.
Si lo que había
sentido Dana en la cabeza del tal Mudou era cierto,
esperaba que Malek su maestro llegara pronto del
oriente, para que les ayudara a conseguir lo que los del
Sabbat deseaban tanto.
* * * * * *
Kenshin
y compañía no pararon de correr hasta que llegaron al Dojo
Kamiya, se habían enfrentado antes con grandes
enemigos, pero nunca antes con lo que parecían ser unos
moustros.
Cuando por fin
estuvieron dentro de su casa, no pudieron irse a dormir.
-Díganme que
esto fue más que una pesadilla más-decía Yahiko que
aun tenía cara de espantado.
-No lo era, esas
cosas eran más que reales aun siento escalofrió al
recordar- decía Megumi, mientras se abrazaba como
para protegerse.
- Que eran esas
cosas- preguntaba un Sanosuke mientras se tocaba el
cuello, para sentirse las heridas que le había dejado la criatura.
-Ya los había
visto criaturas como ellos antes
-Queeeeeee?
Quieres decir ya te habías enfrentado con ellos antes
Kenshin. Cuando eras el destajador?
-No, apenas hace
unos días estaba por amanecer y una persona se escondía en los arbustos cuando
los rayos del sol iluminaron el lugar, se volvió ceniza y se desvaneció en el
aire.
-Pero que eran,
nunca había visto nada igual.
-Ah ahora lo
recuerdo, cuando era chica y mi padre me contaba historias, me contaba que en el
occidente sobre todo en Europa la gente hablaba de muertos que en realidad no
lo estaban y que se alimentaban de la sangre de los vivos. Se llamaban Vampiros
y tenían grandes dientes.- recodaba
Kaoru
-Entonces esas
cosas eran Vampiros? Si no es que yo lo hubiera visto
creería que es una invención de lo más estupido.
- Ya, yo también
había oído algo por el estilo mientras era Ruoruni y
viajaba país, algunos pueblerinos sobre todo en donde habían colonias
occidentales, temían que por las noches sus muertos llegaban a chuparles la
sangre.
Como sea mañana
por la mañana, hay que informarnos bien con algún extranjero como podemos acabar
con ellos. Por si nos han seguido – decía un Yahiko
que miraba para todos lados de la casa.
-Pero si ya lo
hicimos, tu mismo lo averiguaste Yahiko.
-Si pero no hay
que correr un riesgo innecesario Kaoru.
Por fin pudieron
descansar y durmieron,pero
cuando amanecía los golpes estrepitosos que daban a la puerta los levantaron de
su sueño.
-Ya voy dejen de
golpear así- gritaba Kaoru furiosa mientras trataba
de acomodarse el cabello despeinado.
Abrió la puerta
y una cosa azul pequeña se abalanzada sobre ella abrazándola y
tirandola al piso.
-Como estas,
Kaoru? Tanto tiempo sin vernos.
-Misao
eres tu? No lo pude creer.
-Si soy yo y
también vienen los Oniwabanshu.
Kaoru
miro a la puerta Aoshi y los otros también se
encontraban ahí, después de que los invitara a pasar y despertara a sus amigos.
Se enteraron de la visita de sus amigos de Kyoto resultaba que el gobierno
Meiji los había contratado para que vigilaran el
palacio del Shoujo mañana por la noche durante el
festival, ya que los representantes del gobierno de Hungría visitaban el lugar y
era una ceremonia importantes.
EL
onniwabanshu protegería el tesoro que los húngaros,
regalaban al gobierno japonés, de posibles atentados de robos. Además de que el
pago sería bueno, podrían disfrutar de la fiesta que ofrecería el gobierno a sus
invitados. Lógicamente la líder Misao había invitado
a sus amigos para que los acompañaran en el trabajo durante el festival, el
Kenshin-gumi aceptaba
gustoso, un nuevo ambiente de fiesta y alegría acompañadas de sus viejos amigos
les ayudaría a olvidar la sobrenatural pelea que habían tenido, tan solo unas
cuantas horas antes.
FIN DEL CAPITULO
IV
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Notas de la
autora: Pues espero que les haya gustado este capitulo, y
porfa mandenme un correo si es q les agrada
la historia o quieren dejarme un comentario.
Abrazo: Es la
transformación de un humano a un no-muerto. Es cierto que vaciando a una víctima
y después dando parte de su sangre un vampiro puede crear a otro (llamado
Chiquillo) pero este es un proceso muy complicado y que no requiere simplemente
la sangre si no una férrea fuerza de voluntad, y aún así la víctima si tiene una
voluntad sumamente fuerte puede resistirse a lo que llaman Abrazo.
Gracias a
akyko y gaby (hyatt)
q han leido espero q les guste este capitulo. Y a
los otros espero q les guste.
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