[
Fan fiction ]
♥X
Slayers in love♥
Cap 5: Lina o Luna; la
verdad al descubierto
Luna se sienta para comer con Kenshin.
-Luna (con una vos muy baja y triste): ¿Por qué me ayudas
después de que traté de matarlos a ti y a tu amigo?
-Kenshin: Porque al verte, me recordaste lo que yo era; y
no estoy dispuesto a permitir que sufras como yo sufrí.
-Luna (con el mismo tono de antes): Eres un tonto. Ya para
mi no hay salvación. Mejor me voy.
-Kenshin: No, no se vaya. Por lo menos quédese unos días.
-Luna: Me voy a caminar un rato.
-Kenshin: ¿La puedo acompañar?
-Luna: ¡Cómo quieras!
Luna y Kenshin se fueron hacia una roca que
quedaba cerca del dojo. La vista era hermosa; desde la roca se podía apreciar la
luna. Luna se sentó en le derecha de la roca y Kenshin en la izquierda. A pesar
de que Luna juraba que ella nunca se fijaría en un hombre, no podía negar
ponerse nerviosa cuando Kenshin la miraba.
-Kenshin: ¿Cómo sigue su muñeca?
-Luna (sonrojada): Bien
-Kenshin: Perdóneme por lo que le hice.
-Luna: Te dije que no puedo.
-Kenshin: ¿Por qué tiene una cicatriz en forma de X en tu
mejilla derecha?
Luna se enfada y le da una cachetada a Kenshin.
-Luna: ¿Tú quien te crees para hacerme esa pregunta?
-Kenshin: Discúlpeme si la ofendí.
-Luna: Mi nombre es Luna, y déjame en paz.
-Kenshin: Tienes un bello nombre, Luna.
Luna se arrodilla en el suelo y comienza a
llorar. Kenshin no sabe que hacer y se arrodilla en el suelo y la abraza. Como
Luna se siente tan necesitada de cariño lo abraza fuertemente.
-Kenshin: Cuéntame. Soy tu amigo.
-Luna: ¡¡No merezco tu amistad!!
-Kenshin: Todos merecemos la amistad de alguien.
Luna se separa de Kenshin y mira a la luna.
Sierra los ojos y respira profundo.
-Luna: De acuerdo, te contaré mi historia
Hace unos meses yo me iba a casar. En el día de
mi boda me enteré que mi futuro esposo no me quería, que lo único que quería
era matar a mi padre. Yo salí corriendo de ese lugar y me interné en el bosque.
Para entonces, mi nombre era Lina. Caminando por el bosque me encontré a mi
padre y le pregunté que debía hacer; su consejo fue que me vengara, matando a
todos lo espadachines. Yo me negué y luego él me dijo que me tenía que vengar
por él y cuando le pregunté que porqué, me dijo que por que un espadachín le
partió el brazo injustamente y por eso jamás volverá a usar una espada. El
nombre de mi padre es Shunko.
-Kenshin: ¿Shunko?
-Luna: Sí. Y el espadachín que le rompió el brazo fue
Kenshin Himura “el battousai”
-Kenshin: Ahora recuerdo. Si, yo le partí el brazo; pero
no injustamente como te dijo.
Kenshin le cuenta la verdad a Luna e
increíblemente ésta le cree.
-Luna: En el fondo de mi corazón yo sabía que me estaba
mintiendo.
-Kenshin: Continua.
-Luna: Mi padre me entrenó durante dos semanas. Un día me
pidió que robara en una mansión y como me negué me hizo esta cicatriz. Yo
estaba llena de odio y de sed de venganza y casi lo mato. Como es mi padre, no
lo maté, solo le dejé una cicatriz en su ojo, para que me recordara. Luego me
fui y comencé a matar personas. Desde entonces Lina murió y nací yo, Luna.
-Kenshin: Y cuando los mates a todos, ¿qué será de tu
vida?
-Luna: Nada, porque yo no tengo una vida. Cada vez que
mataba a un oponente, mataba una parte de mí; y ahora ya no soy nada.
-Kenshin: No es cierto. Puedes cambiar y…
-Luna (furiosa): No te metas en mis asuntos. Esta noche me
quedaré en el dojo y mañana por la tarde me iré.
-Kenshin: Ya que tú me contaste tu historia, me gustaría
que supieras la mía.
-Luna: No tienes que hacerlo.
-Kenshin: ¡Por favor! Déjame contarte.
-Luna: Está bien, me puedes contar tu historia; pero no
esperes que después de eso me vaya a convertir en tu amiga.
-Kenshin: ¡Gracias!
-Luna (sentándose en la roca): Ven, siéntate a mi lado y
cuéntame.
-Kenshin: OK!
Al igual que tu Kenshin es un nombre que me dio
mi maestro antes de comenzar a entrenarme. Mi nombre era Shinta y después de que
unos malvados asesinos mataran a mis amigas y a muchos otros, decidí convertirme
en el mejor de los espadachines, para proteger a los demás. A los 14 años dejé
a mi maestro para ayudar a las personas. Desde entonces me convertí en “Hitokiri
Battousai”, el asesino más poderoso. Después de eso conocí a una chica llamada
Tomoe y me enamoré de ella. Luego, en una batalla la maté, sin querer. Pero
antes de morir completó mi cicatriz. Después de eso deje de matar y me convertí
en un vagabundo y juré no volver a matar. Fue entonces que apareció en mi vida
Kaoru, una joven dulce que se preocupaba por los demás y después de un tiempo me
case con ella. De ser un asesino solitario pase a ser un esposo feliz con una
familia y con muchos amigos: Megumi, Sanosuke, Misao, Aoshi, etc. Pero después
de seis años toda había cambiado. Ya no tenía familia; mi esposa, Sanosuke,
Megumi y Misao habían muerto a causa de una enfermedad. Y mi hijo está en
América con Aoshi. Desde entonces lo único que me quedó fue a Yahiko y a mi
sufrimiento. Después de eso te conocí a ti.
-Luna (con los ojos apunto de derramar lagrimas): Cuando
te vi me pareciste ser un hombre feliz; pero no era cierto. Esa felicidad solo
era un refugio para ocultar toda esa pena y todo ese dolor que tienes en tu
alma. Sabes, tú eres un hombre que vale mucho y no es bueno que guardes todo ese
sufrimiento. Lo que tienes que hacer es seguir tratando de ser feliz y
enamorarte.
-Kenshin: Tú también has sufrido mucho. ¿Por qué no dejas
de matar y vives feliz como una chica ordinaria?
-Luna: Yo nunca seré una chica ordinaria. Pero gracias por
tus buenas intenciones.
-Kenshin: ¿Y por qué vistes así?
-Luna: ¿Hablas de que no uso kimono? Para mi es más fácil
correr con ropa corta. Y cuando tenia 19 viajé a América y una amiga y yo
diseñamos esto: Una camisa pegada corta, una chaqueta de cuero y una falda corta
de cuero.
-Kenshin: ¿Y por qué no te quedaste en América con tu
amiga, tal vez su nuevo invento las hubiese hecho ricas.
-Luna (bajando la cabeza): Porque la mataron unos
ladrones. Por ese rozón cuando mi padre me envió a robar en una mansión me
rehusé. Mi odio hacia los ladrones es tal que no soporta la idea de hacer lo
mismo.
-Kenshin: Sabes, odiar no es saludable. El odio siega lo
ojos, la mente y el corazón. Si aprendieras a perdonar, tu vida sería más fácil.
-Luna (levantándose): Te recomiendo que no te metas en mi
vida. La razón por la cual me convertí en una asesina ya no existe y por lo
tanto no te mataré, pero no me pidas que deje de matar, porque, cariño, no lo
haré.
-Kenshin (levantándose): Te gustaría ser mi amiga.
-Luna (mirándolo): La pregunta se la haces a la persona
equivocada. Te dije que no merezco la amistad de nadie.
-Kenshin: Y te repito que todos merecemos la amistad de
alguien.
-Luna: Ya reveremos. Mañana será otro día.
Luna se va y deja a Kenshin solo y pensando.
La joven asesina se está
ganando el corazón de Kenshin. Y Kenshin está logrando que Luna abra su
corazón. Ya Kenshin conoce la verdad; en el corazón de Luna aun existe algo de
la dulce Lina y no descansará hasta lograr que Luna deje de matar.
En
la mañana
Luna es despertada por unos sonidos
espantosos. Se levanta y comienza a buscar de donde vienen esos sonidos, y se
encuentra con Kenshin.
-Kenshin: ¡Hola Srta. Luna! ¿Cómo durmió?
-Luna: Mira, te dije que me puedes llamar Luna. Lo de
señorita no va con mi personalidad. Y con respecto a como dormí, dormía de
maravilla hasta que escuche esos horribles chillidos.
-Kenshin: ¡¡¡¡ ORO!!!!
-Luna (…): ¿Ah? Repítelo
-Kenshin:¡¡¡ ORO!!!
-Luna (☺): No. Repítelo, pero en español.
-Kenshin: Debiste haberte despertado por causa del
entrenamiento de Yahiko.
-Luna: ¿Yahiko? ¿No es ese fastidioso que no sabe pelear?
-Kenshin (…): Ah, pues… sí.
-Luna: Dame mis armas, que lo retaré. Se lo merece, ¡No
sabes el sueño que tenia!
-Kenshin: Si, te daré un arma; pero no las tuyas.
-Luna: ¿Cómo es eso de que no las mías?
-Kenshin: Te daré un arma que no mata.
Entonces Kenshin se lleva a Luna al
GYM del dojo y le da su arma. Luna la toma y se ríe. Se ríe porque Kenshin le
dio una “Shinai” (espada de bambú) Luna se rehúsa a usar tan ridícula arma y
se la devuelve a Kenshin.
-Kenshin: Si me ganas te daré tus espadas.
-Luna: Será fácil.
Luna y Kenshin salen al aire libre para tener
una mejor batalla. Ambos se saludan y se ponen en posición de ataque. En eso,
Yahiko se da de cuenta que Kenshin, después te tanto tiempo, se dignó a tomar
una espada para luchar; aunque ésta sea de bambú. Yahiko, como todo un
presentado, se trepó en un árbol para observarlos mejor.
Ya llevan un buen rato parados sin dar un solo
movimiento. Entonces Kenshin es el primero en atacar. Al principio, Luna iba
perdiendo, porque ella no sabe usar ese tipo de espada. Pero después que logró
dominarla todo, era mejor. Kenshin la ataca por las piernas para hacerla caer,
pero Luna esquiva el ataque brincando. Al brincar, bajó la guardia y Kenshin le
da un golpe por las costillas.
-Kenshin: Ha, perdiste.
Entonces Luna le da a Kenshin un golpe directo
al corazón.
-Luna: No, tú perdiste.
-Kenshin: No es cierto. Yo te ataqué primero y con ese
ataque morirías en unos instantes.
-Luna: Sí, pero como tu no puedes matar, ese ataque solo
me lastimó y yo te ataqué directamente al corazón, entonces tu perdiste porque
te moriste. ¡¡Matane, kawaii!! (Hasta luego, lindo)
Luego Luna se va y deja a Kenshin impresionado.
-Luna (mirando hacia el árbol donde estaba Yahiko): Y no te
creas que me he olvidado de ti.
Luna se va del dojo. Y Kenshin la detiene
sosteniéndola por la mano, sin darse cuenta que le lastimó la muñeca a Luna.
-Kenshin: ¿Adónde vas?
-Luna: ¡Ay, eso duele! Todavía no me he curado del todo de
mi muñeca y no creas que te perdonaré tan fácil.
-Kenshin (bajando la cabeza): Perdóneme.
Luna arroja la “Shinai” al suelo y se va del
dojo.
-Yahiko (acercándose a Kenshin): Esa chica es una fiera
¿Cómo permitiste que te ganara? Ahora reclamará su premio… Una pregunta; ¿Cuál
era su premio?
-Kenshin: Sus espadas y sus armas.
-Yahiko: ¡¿Qué?! No, no, no, no, no, ni te atrevas a
dárselas.
-Kenshin: Se las tengo que dar, ella me ganó y como dices,
reclamará su premio.
-Yahiko: Kenshin…
-Kenshin: ¿Qué?
-Yahiko (☺):
No me digas que te enamoraste de esa asesina desquiciada.
-Kenshin (☺):
No lo sé. No sé si me gusta Luna o si solo le tengo lastima.
-Yahiko: ¡Mira! ¿Y esa confianza? A Kaoru le dejaste de
decir señorita cuando te casaste con ella; y con Luna solo han pasado dos días
y ya la tratas de tu a tu ¡No le tienes lastima, estas enamorado de ella!
-Kenshin (☺):
Talvez.
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