[
Fan fiction ]
La Saga de Osaka
Capitulo 17:
Maestro Contra Maestro; el
Gran Choque del Estilo Shinsen y el Hiten Mitsurugi
Las Explosiones del
combate y los disparos se escuchan a lo lejos. Por encima de los árboles, se ve
la columna de Humo que se eleva hacía el cielo. Recargado en un árbol alejado
del campo de batalla, se encuentra un hombre herido, más él no ha participado en
el combate. Lleva un traje azul de policía y una Katana Japonesa en sus manos.
El Hombre comienza a recodar hechos ya muy pasados...
****
Saito seguía
impresionado por esa movida. El Pedazo de la Hoja de Battousai que se había
cortado, había caído y le había hecho una cortada en la espalda.
Saito:
No, eso no fue más que coincidencia, tuvo que serlo...
Battousai se puso de pie y
se el quedó viendo con su mirada fría, la mirada de un asesino. Cuando Saito se
disponía atacarlo una ves más, Kenshin se movió hacía atrás esquivando su
ataques. En uno de ellos, Logró cubrir uno de sus ataques con la parte de la
hoja de su espada que le quedaba, y logró empujarla hacía arriba haciendo que
Saito y él perdieran sus armas. La Espada de Saito salió volando hacía arriba y
termino encajándose en el techo de una casa. La empuñadora de Battousai y lo que
le quedaba de su hoja, también salió volando colocándose en el techo de otra
casa.
Ambos se miraron fijamente
el uno al otro esperando a que uno dijera o hiciera algo.
Saito:
Parece que estas totalmente vulnerable...
Kenshin:
no más que tú...
****
Saito:
¡Qué irónica puede ser la vida a veces!, ¿no lo crees así
Hijikata?...
En el Castillo de Osaka,
Hijikata, Hayai y Serizawa veían ese nuevo personaje frente a ellos: Seijuro
Hiko.
Hijikata:
¿Quién es este sujeto?
Serizawa:
él es Seijuro Hiko, es el Maestro de Battousai.
Hayai:
¿El Maestro de Battousai?
Seijuro:
Deberías mejorar la seguridad, durante toda la confusión del combate de abajo,
pude infiltrarme fácilmente, fue como un juego de niños. Tú debes Toshizou
Hijikata, el personaje Principal de toda está travesía.
Hijikata:
¿Me conoces?
Seijuro:
un poco. Lo que sé y supongo, es que fuiste capaz de detener el Ougi del Hiten
Mitsurugi Ryu. Con verte, veo que mi pupilo no es enemigo para ti (Sacando su
espada) así que decidí tomar mi responsabilidad como Maestro y encargarme yo
mismo.
Hijikata:
Interesante. Seijuro Hiko, el último de los Grandes Maestros de la Escuela Hiten
Mitsurugi, y Hijikata Toshizou, gran líder del Grupo Shinsen y creador de la
técnica Gatotsu. Ambos somos grandes maestro de nuestros Estilos; es obvio que
esto decidirá quien es el mejor...
Sin dudarlo, Hijikata se
abalanzó rápidamente contra Seijuro; mientras se acercaba, también sacaba
rápidamente su espada con la mano derecha. Seijuro no esperó a que Hijikata
llegará a atacarlo: él también se abalanzó con su espada en alto listo para
atacar. Las Espadas de ambos chocaron y fue como si fueran dos relámpagos. De un
salto ambos se separaron unos centímetros para inmediatamente después comenzarse
a atacar a toda velocidad.
Hayai:
¡Increíble!, ambos están a niveles muy altos.
Serizawa
(Pensando): Sí, pero no creo que ambos tengan el mismo
nivel. Lo ideal en estos momentos sería que los dos se matarán.
Mientras tanto, abajo en la
batalla entre el Ejercito Meiji y los Hombres de Hijikata, estos últimos estaban
logrando que sus enemigos retrocedieran. Denki dio varias vueltas con su cadena
sobre su cabeza y luego la arrojó contra los hombres del Ejercito, golpeándolos
con fuerza y haciendolos volar por lo aires. Akai se movió rápidamente por entre
los soldados con su velocidad de Ninja, matando a uno por uno con su espada. El
Ejercito comenzaba a retroceder por el miedo que les ocasionaba.
Akai:
Miren, están retrocediendo...
Makaiju:
Si son verdaderos soldados pelearán hasta la muerte...
No muy lejos de ahí, en una
colina desde la que se podía ver el Castillo, se encontraban varias tiendas de
campaña levantadas y varios hombres con trajes de soldados. Algunos hombres eran
cargado en camillas para que se les aplicará atención médica por las heridas del
combate. En una de esas tiendas, se encuentran dos hombres hablando; uno de
ellos es el General Yamagata, encargado del Ejercito Imperial, y el otro es un
hombre de traje gorra Militar negro, una barba también negra; era el mismo
hombre que dirigió el ataque a Shimabara hace algunos meses.
Hombre:
Esto se nos salió de las manos General Yamagata, el Gobierno
estará en graves problemas.
Yamagata:
No entiendo cual es el problema.
Hombre:
Me imaginó que a estas alturas, usted ya está enterado del hecho de que el líder
rebelde al que combatimos es Daimyo Akai, el cual era un Militar de Alto Rango,
además, dentro del Propio ejercito imperial, Daimyo tenía a muchos informantes y
cómplices, todo nuestro ejercito está ahora bajo averiguación.
Yamagata:
Si, entiendo, una ves que todo esto termine está información que dentro del
Gobierno y el Propio Ejercito había tal nivel de corrupción que hasta incluso
toda esta operación rebelde fue pagada con dinero del propio gobierno, de seguro
todo eso llegará al pueblo y las naciones extranjeras, es obvio que esto no nos
dará buena imagen. Además, está el hecho de que en esté año el Ejercito a tenido
que ser movilizado durante la Guerra de Sainan, y además hacía Shimabara y ahora
a Osaka.
Hombre:
Sí, hemos recibido muchos ataques, pero...
¿¿¿:
Pero todos y cada uno los hemos derrotado.
Los dos hombres voltearon
su mirada hacía la entrada de la tienda y vieron entrar a un hombre de
complexión fuerte, alto, de cabello blanco, largo hasta la cintura, un traje
militar como el que los dos usaban, pero de color rojo en lugar de negro,
desabotonado del pecho y un espada Japonesa en la cintura en lugar de un sable.
Hombre:
¡¿Es usted el General Joshuya?!
¿¿¿ (Sonriendo):
Todas y cada una de las rebeliones que ha habido contra nuestro Gobierno las
hemos logrado aplastar. Esté es el momento perfecto para que el Pueblo y el
Mundo entero vea nuestra nueva fuerza militar, les mostraremos que en tan solo
diez años, nuestro ejercito se ha vuelto tan fuerte como uno occidental, y lo
haremos aplastando a está rebelión.
Yamagata:
¿Entonces tiene pensado aniquilar a Daimyo y sus hombres para que todo le teman
a nuestro ejercito.
¿¿¿ (Sonriendo
más): Eso es sólo el comienzo General, sólo el
comienzo...
De vuelta al Castillo de
Osaka, Hijikata y Seijuro seguían en su combate, y hasta ahora no se mostraba a
un posible vencedor. Hijikata hizo un ataque circular de izquierda a derecha con
su espada, mismo que Seijuro esquivo de un largo salto hacía arriba. Sin perder
tiempo, Hijikata alzó su espada hacía arriba para colocarse en posición para el
Gatotsu número tres y de un salto se abalanzó hacía Seijuro.
El Maestro Hiten movió su
espada de arriba a abajo en el aire desviando la espada de Hijikata. Seijuro
siguió con el movimiento de la espada hasta dar vueltas sobre si mismo 360°, y
la hoja de su espada de seguro golpearía a su enemigo directo en su cabeza; sin
embargo, usando únicamente su mano izquierda, Hijikata logró desenfundar su otra
espada y cubrir el golpe.
Ambos descendieron cayendo
al suelo de pie mirándose el uno al otro.
Seijuro:
Veo que eres hábil con ambas manos.
Hijikata
(Colocando la espada de la mano derecha frente a su rostro):
Me he preparado durante todos estos Diez años para este momento, y nadie me
detendrá, ni tú, ni Battousai, ni nadie...
Hijikata se colocó en su
posición para su Doble Gatotsu, colocando la espada de la mano izquierda de
manera horizontal apuntando hacía Seijuro y la de la mano derecha sobre la otra
formando una cruz. Seijuro vio detenidamente la técnica; nunca antes la había
visto, pero trataba de encontrar su secreto.
Hijikata se abalanzó contra
Seijuro usando el impulsó de su técnica. Movió su espada de la mano derecha de
manera circular de izquierda a derecha; Seijuro cubrió el ataque haciendo el
mismo movimiento con su espada. Entonces, al otra espada de Hijikata se abalanzó
rápidamente contra Hiko, pero esté logró desviar el ataque tomando la funda con
su otra mano y con ella desviar la espada.
Seijuro
(Deteniendo los dos golpes): Esto se llama Sou Ryu
Sen.
Hijikata:
Eso no me interesa.
El Líder Shinsen logró
hacerse unos pocos centímetros hacía atrás de un pequeño salto, y posteriormente
movió sus dos espadas al mismo tiempo de manera circular de izquierda a derecha
chocándolas en el suelo volviendo esté pedazos, ya que una ves más, Seijuro lo
esquivo de un largo salto colocándose sobre Hijikata.
Seijuro:
¡¡Estilo Hiten Mitsurugi... Ryu Tsui
Sen!!
Seijuro se abalanzó de
arriba abajo directo hacía Hijikata con su espada listo para atacarlo. Hijikata
cruzó sus dos espadas sobre su cabeza cubriendo el golpe. Sus pies parecían casi
hundirse en el suelo por la fuerza del golpe. Empujó sus espadas hacía arriba
empujando a la ves a Seijuro, quién se impulsa hacía atrás. Justo cuando sus
pies tocaron el piso, el Maestro del Hiten Mitsurugi no perdió tiempo y se
abalanzó contra su contrincante.
Seijuro
(Abalanzándose rápidamente contra Hijikata): ¡¡Estilo
Hiten Mitsurugi... Ryu Kan Sen...!!!
Seijuro atacó con su espada
de un ataque de arriba abajo directo hacía Hijikata, quién colocó sus dos
espadas frente a él cubriendo el golpe, más aún así no pudo evitar ser empujado
hacía atrás. Pero el Líder Shinsen no perdió el tiempo y Rápidamente colocó sus
espadas para su doble Gatotsu número dos, colocando la espada de la mano
izquierda sobre su cabeza y la otra en una posición vertical, y luego se
abalanzó contra él.
Hijikata
(Abalanzándose rápidamente contra Seijuro): ¡¡¡Estilo
Shinsen Ni Gatotsu Nishiki!!!
Hijikata movió su espada de
la mano derecha dando un golpe de arriba abajo, mismo que Seijuro esquivó dando
un salto hacía atrás; acto seguido, Hijikata se impulsa al frente con su otra
espada enfrente él, misma que Alcanzó a herir a Seijuro en el hombre derecho,
pero logró quitársela con su espada antes de que la herida fuera grave.
Una ves que Seijuro estuvo
fuera del alcancé de las espadas de Hijikata, se abalanzó rápidamente contra
esté con su espada frente a él.
Seijuro:
¡¡Kuzu Ryu Sen!!
Hijikata cruzó sus dos
espadas para detener el ataque, pero aún así el golpe fue tan fuerte que lo
empujo hacía atrás a gran velocidad. Casi choca contra Serizawa y Hayai que
estaban viendo todo desde atrás, pero antes de que esto pasará, encajó su arma
en el suelo deteniéndose y colchando su pies de vuelta en el suelo.
Seijuro:
¡Lograste resistir el ataque del Kuzu Ryu Sen!
Hijikata:
Y tú lograste escapar de mis Dobles Gatotsu.
Seijuro:
Me doy cuenta de porque mi pupilo no fue capaz de derrotarte. Es obvio que aún
no tiene el nivel suficiente para tener un combate contigo. Aunque haya sido
capaz de detener mi Kuzu Ryu Sen con su Amakakeru, aún le falta mucho para tener
el punto máximo del Hiten Mitsurugi.
Hayai:
Los dos están muy parejos.
Serizawa:
Sí, pero...
Hayai:
¿pero?, ¿qué pasa?
Serizawa (Pensando
con una cara de enojo): Maldición, Hijikata no está
concentrado, está dudando, maldita sea, si no cambia su actitud... (Acercando
su mano a su arma de gran tamaño) tendré que eliminar lo que es inútil...
Mientras tanto, cerca de la
ciudad de Osaka, una señora que cargaba algunas bolsas caminaba cerca del bosque
y un soldado se le acercó.
Soldado:
Lo sentimos, nadie puede entrar al Bosque ni acercarse al Castillo.
Señora:
¿Pero que es lo que pasa?, ¿por qué hay tanto ruido?
Soldado:
lo siento no podemos decir nada al público.
En eso, Misao, que se
encontraba oculta entre los árboles escuchando todo, salta y corre alejándose
del lugar y llega a donde están Kaoru, Megumi y Yahiko esperando.
Kaoru:
¿Qué viste Misao?
Misao:
El ejercito no está dejando pasar a nadie. Parece que no podremos pasar tampoco.
Yahiko:
que desesperación, debe de haber alguna manera de poder acercarnos.
Misao:
Yo como ninja podría hacerlo moviéndome entre los árboles, pero no sé si ustedes
podrán.
En esto, un hombre vestido
de militar montado en un caballo de color café, seguido por varios soldados
también montados en sus corceles, se acerca por un camino y pasa frente a Kaoru
y los otros. La joven Kamiya reconoce al hombre de inmediato, era el General
Yamagata que iba al lugar de los hechos. Kaoru corrió hacía él gritándole.
Kaoru:
General Yamagata, General Yamagata...
El General se giró y vio a
Kaoru que corría detrás de él; ordeno que se detuvieran y giró su caballo hacía
la joven que se acercaba.
Yamagata
(Sorprendido): Pero si es usted señorita Kamiya.
Kaoru:
Por favor, debe ayudarnos a pasar, debemos ir a ver a Kenshin.
Yamagata:
¡¿Cómo dice?!, ¡¿Himura está en Osaka?!
De vuelta al lugar donde se
enfrentaban Hijikata y Seijuro Hiko, ambos ya estaban una ves más atacándose el
uno al otro con sus espadas chocándolas y retrocediendo. Hayai y Serizawa
miraban con mucho detenimiento cada movimiento del combate.
En uno de sus ataques,
Seijuro mueve su espada en un movimiento diagonal de arriba abajo, mismo que
Hijikata esquivó elevándose de un largo salto hacía arriba, al igual que como
Seijuro ya lo había hecho en varias ocasiones, colocándose sobre la cabeza de su
enemigo. Hijikata descendió moviendo sus dos espadas al mismo tiempo de arriba
abajo, como haciendo el Ryu Tsui Sen, pero con dos espadas.
Hijikata (Mientras
descendía hacía Seijuro): ¡¡Tus técnicas son tan
sencillas que uno puede hacerla con tan solo verlas.
Seijuro colocó su espada
sobre su cabeza, deteniendo de esa forma el golpe de Hijikata; sin embargo, la
fuerza del golpe hacía que los pies de Seijuro se comenzarán a hundir en el
suelo de madera, más que cuando se la hizo a Hijikata. El Maestro Hiten empujo
con todas sus fuerzas su espada hacía arriba, empujando también a Hijikata,
quien impulsándose hacía atrás, logró dar un giro completo hacía atrás cayendo
de pie frente a su contrincante y sin perder tiempo, abalanzó su espada de la
mano derecha contra el pecho de Seijuro, quién rápidamente bajo su espada
desviando el ataque de Hijikata hacía abajo. Cuando parecía que Seijuro había
escapada, Hijikata movió su otra espada directo al cuello de Seijuro quién aún
tenía la espada baja después de desviar el ultimo golpe; Hiko logró hacerse para
atrás, más no pudo evitar recibir una corta por parte del arma de Hijikata justo
en el lado derecho de su cuello, más esta no fue grave.
Rápidamente sin esperar,
Hijikata se abalanzó una ves más contra su enemigo atacando con sus dos espadas.
Seijuro colocó su pie izquierdo adelante (como en el Amakakeru, pero tenía la
espada desenfundada) y movió su espada de manera horizontal de izquierda a
Derecha desviando el golpe de Hijikata hacía a un lado. Justo después de escapar
del golpe de las dos espadas, Seijuro dio un giró completo hacía la derecha
girando sobre su pie izquierdo girando también su pie derecho hasta colocarlo
detrás de Hijikata y una ves en esta posición, usando el impulso del giro, golpe
con fuera a su contrincante directo en su espalda empujándolo al frente y
haciéndolo chocar con una pared.
Hayai:
¡¡Señora Daimyo!!
Serizawa:
No te preocupes...
Hijikata se levanto una ves
más después de recibir el ultimo ataque y lentamente se giró hacía Seijuro con
su rostro aún con esa expresión fría que siempre tiene en su rostro.
Seijuro:
Cielos, si que eres resistente, ¿acaso no sientes dolor alguno?
Hijikata:
El dolor para mí no significa nada. Estos golpes y heridas no son nada
comparados con las heridas que me hizo el nuevo Gobierno y los Realistas.
Seijuro:
Ya veo. (Pensando) Es muy hábil, ya veo que si hay algo que pueda
detenerlo (Mientras guardaba su espada en la funda) ese es el Amakakeru
Ryu No Hirameki; veamos si es cierto que él logró detener está técnica.
Hijikata miró con
detenimiento la postura para el Amakakeru que Seijuro acababa de tomar. Recordó
de inmediato su combate con Kenshin y que él había tomado esa misma postura ya
al final de su encuentro.
Hijikata:
Ya veo, la Posición Battou, o más bien, la Posición de la Espada Muerta. Las
técnicas que usan esta postura se basan en la creencia de que cuando se saca la
espada a gran velocidad de la funda, está obtiene una potencia, rapidez y fuerza
con la que se pueden ejecutar técnicas poderosas. Sin embargo, por lago se le
llama Espada Muerta; cuando uno tiene la espada enfundad, está se encuentra
inactiva y sin el poder para matar o dañar al enemigo, por eso, mientras la
espada está enfundada, no hay nada que temer a la técnica.
Seijuro:
sí, veo que has dado en el blanco. En efecto, cuando la espada esta enfundad,
esta muerta, sin vida, inerte. Todas las técnicas que usan la posición Battou
tienen la debilidad de que mientras la espada esta enfundada, la técnica no
tiene efecto, y el Amakakeru Ryu no Hirameki no es la excepción.
Hijikata:
¿Amakakeru Ryu No Hirameki?
Seijuro:
Pero te diré algo que talvez desconoces; sí, la espada está muerta mientras está
enfundada, pero está puede ser revivida con solo sacarla de la funda, y en esos
segundos después de que la espada es sacada, está se encuentra llena de vida,
justo cuando sacas la espada, es el punto en que el arma está en su máximo
poder; al igual que cuando enciendes una vela que arde a lo máximo para luego
apagarse. Por eso los maestros del Estilo Hiten Mitsurugi hemos desarrollado la
máxima velocidad, la velocidad de Dios, una velocidad tan grande que es capaz de
mover la espada justo cuando es desenfundada y dar un golpe justo cuando está
esta en su nivel más alto.
Hijikata:
¿Esa es la creencia que tienen ustedes los del Hiten Mitsurugi sobre las
técnicas Battou?
Seijuro:
En estos momentos estas frente a la preparación de la máxima técnica, la única
que es capaz de detener al Kuzu Ryu Sen; el Ougi del estilo Hiten Mitsurugi Ryu.
Hijikata:
¿Acaso eso es el Amakakeru Ryu No Hirameki?
Seijuro:
si en verdad fuiste capaz de detener está técnica, quiero verlo con mis propios
ojos.
Sin decir nada más,
Hijikata extendió su espada de la mano izquierda al frente y la junto con la
derecha formando una cruz, para luego colocarse en la posición para ejecutar su
técnica, el Doble Gatotsu número uno. Ambos se miraron el uno al otro
detenidamente, como esperando a que uno diera el primer ataque. Hayai y Serizawa
miraban con mucho detenimiento los dos muy nervioso, esperando a ver el
desenlace de este combate. Todo se quedó en un tremendo silencio, incluso ya no
se escuchaban los sonidos del combate que se llevaba abajo. De repente una
explosión causada por un cañón, fue como una señal, y ambos se abalanzaron con
el contrario a toda velocidad para dar el ultimo golpe.
Seijuro:
¡¡¡Estilo Hiten Mitsurugi Ryu... Amakakeru Ryu no Hirameki!!!
Hijikata:
¡¡¡Estilo Shinsen... Ni Gatotsu Ishiki!!!
...
Kenshin, Aoshi y Sanosuke,
llegaron rápidamente corriendo hacía el Castillo. Los hombres de Hijikata y los
Soldados Meiji se seguían enfrentando entre sí. Los Hombres de Hijikata tenían
de su parte las grandes habilidades Ninjas de Hien y sus hombres, pero el
Ejercito tenía más hombres y armas. Al ver todo ese caos, Kenshin corre hacía el
centro de todo el combate.
Akai, uno de los ninjas de
Hien, se aproximó rápidamente contra uno de los soldados del Gobierno, cortando
en dos el rifle que esté tenía con su espada. El soldado cayó al suelo muerto
del miedo y con una sonrisa sádica, Akai lo apunto con su arma listo para
atacarlo.
Akai:
Muere, cerdo Meiji.
Justo cuando el Ninja
estaba apunto de matarlo, otra espada se interpone en su camino golpeándola con
fuerza y empujándolo hacía atrás. Una ves que logró recuperar la compostura,
Akai levanto la mirada y se sorprendió al ver quien estaba frente a él.
Akai:
¡¡Battousai!!
Al momento que el Ninja
dijo esto, algunos de los combatientes desviaron la mirada hacía el lugar de
donde provino ese nombre, viendo a Kenshin parado frente a él. Después de hacer
retroceder a un soldado, Makaiju se gira y ve a Battousai a los ojos.
Makaiju:
¿Battousai?, ¿qué haces aquí?
Kenshin volteo a ver a
Makaiju al momento en que escuchó su voz; lo reconoció de inmediato, era el
hombre del cementerio, quien dijo ser el hermano de Akira Kyosato, el prometido
de Tomoe.
Kenshin:
¡tú!
Hien posó sus miradas en el
destajador, pero inmediatamente después se volteo y vio a Aoshi parado a unos
metros de ella; al verlo, se exalto tanto como la noche en la que la combatieron
en el puerto. Gawa, el ninja de la espada alargada, se acercó a ella y se colocó
a su lado.
Gawa:
Hien...
Hien:
no te preocupes Gawa, estaré bien.
Hien se apartó del lado de
su ninja caminando hacía Aoshi. Se paró a unos tres o cuatro metros de él. Ambos
se miraron a los ojos sin decir nada por un buen momento. Sanosuke quién los
miraba desde atrás, los veía sorprendidos pues él no sabía que era lo que
pasaba. De repente, Hien agachó la cabeza un poco, y luego se volteo hacía Aoshi
abriendo un poco la boca como queriendo decir algo; sin embargo, algo la
distrajo para que no pudiera decir nada, un sonido...
En todo el lugar se escuchó
el fuerte sonido del choque de dos espadas, tan fuerte como si fuera el de una
locomotora, y esté provenía de arriba de ellos. Todos lo que ahí se encontraba
levantaron la mirada hacía el castillo, de donde pareció provenir una resplandor
como un fuerte relámpago. De entre toda la luz, Kenshin creyó ver la imagen de
un Dragon que se elevaba hacía el cielo. Cuando el resplandor se comenzó a
opacar, vio una figura que salía volando de uno de lo balcones.
Kenshin logró ver con
claridad la figura y reconoció una larga capa blanca y una larga cabellera
oscura, que descendían con velocidad directo hacía al suelo.
Kenshin
(Gritando): ¡¡¡Maestro!!!
Aoshi corrió rápidamente
hasta colocarse debajo de Seijuro que iba cayendo; dio un largo salto hacía
arriba como solo un ninja con su entrenamiento podría haber hecho, sujetando a
Seijuro para luego descender despacio al suelo.
Kenshin y Sanosuke
corrieron hacía donde estaba Aoshi para ver que le había pasado a Seijuro. Lo
primero que vieron y que en realidad les sorprendió, fue una gran y fuerte
herida que tenía en el costado, como si una espada lo hubiera atravesado.
El Destajador del cabello
pelirrojo alzó la mirada hacía arriba del castillo, y vio asomándose para abajo
el rostro de Serizawa, que sonrió con malicia. Ambos intercambiaron miradas
entre sí por un momento, antes de que Serizawa se girará y caminará hacía
adentro perdiéndolo de vista.
Kenshin
(Pensando): Hirokazu, esto ya no es por el pasado ni
por nosotros, esto es por el Japón. No me iré de Osaka hasta terminar de una
buena ves con todo esto...
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